La ITV es un proceso obligatorio en muchos países, destinado a asegurar que los vehículos que circulan por las carreteras estén en condiciones seguras. Sin embargo, a lo largo de los años, los inspectores se han encontrado con auténticas «chapuzas» y modificaciones insólitas en los vehículos que pasan por sus estaciones. La AECA-ITV ha compartido algunas de estas historias sorprendentes que, más allá de anécdotas curiosas, resaltan la importancia de mantener un vehículo en buen estado.
Uno de los casos más sorprendentes reportados ocurrió cuando un inspector, al revisar un camión, se encontró con que, en lugar del asiento del copiloto, había una vieja y oxidada silla de hierro, probablemente de una terraza. Este «apaño» improvisado no solo resultaba incómodo, sino que además suponía un peligro significativo. El asiento de un vehículo es un elemento de seguridad pasiva; debe ser mullido para absorber impactos y estar correctamente anclado para evitar lesiones graves en caso de un accidente.
Las locuras encontradas en una ITV
Otra de las «locuras» que se encontraron en una ITV fue un vehículo cuyo pedal de embrague estaba hecho con un tablón de madera improvisado. Los pedales son componentes cruciales del sistema de conducción, diseñados para ser seguros y funcionales. Un pedal de madera puede ser resbaladizo, demasiado grande o incluso no estar alineado correctamente, lo que podría dificultar los movimientos necesarios para conducir de manera segura.
Otro de los hallazgos más impactantes fue el de un coche que llegó sin uno de los discos de freno. Esta ausencia, más allá de ser una falta evidente de mantenimiento, es extremadamente peligrosa. La falta de un disco de freno hace que el vehículo se desplace hacia un lado cuando se aplica el freno, y en condiciones extremas, como un suelo resbaladizo, podría hacer que el coche gire descontroladamente. Este tipo de negligencias demuestran una despreocupación total por la seguridad propia y la de los demás conductores en la carretera.
Otras infracciones sorprendentes
Pero las sorpresas no terminan ahí. En las estaciones de ITV se han visto infracciones tan variadas como números de chasis falsificados, brazos de dirección rotos o sujetados con masilla, faros sostenidos con alambres, y muchos otros ejemplos de «ingeniería creativa». Estos casos no solo representan un intento fallido de pasar la inspección, sino que también son testimonio de la falta de conocimiento o, en algunos casos, del intento deliberado de engañar a los inspectores y evitar reparaciones costosas.
La variedad y gravedad de los problemas encontrados reflejan la importancia de realizar un mantenimiento adecuado de los vehículos y cumplir con las normativas de seguridad. Las chapuzas o soluciones improvisadas no solo pueden poner en riesgo la vida del conductor y los pasajeros, sino también la de otros usuarios de la vía. Las inspecciones no son meros trámites burocráticos; son herramientas esenciales para garantizar que los vehículos que circulan por las carreteras de España estén en condiciones seguras y puedan operar sin riesgo para todos.
