Repsol ha tomado la delantera en el competitivo mercado de las estaciones de servicio con una estrategia que va más allá de la oferta tradicional de carburantes. En lugar de centrarse únicamente en ofrecer precios bajos, como hacen las gasolineras ‘low cost’, la compañía ha optado por diversificar sus servicios y apostar por una transición energética. Con la creación de lo que llama la “estación de servicio del futuro”, Repsol busca ofrecer una oferta multienergética que incluye combustibles renovables, puntos de recarga para vehículos eléctricos y AutoGas, todo ello mientras mantiene su oferta tradicional de gasolina y diésel.
Este enfoque no solo responde a la necesidad de adaptarse a las nuevas exigencias medioambientales, sino también a diferenciarse de sus competidores, tanto en el segmento premium como en el de bajo coste. Su estrategia podría servir de modelo para otras compañías del sector, como BP, Galp o Cepsa, que todavía no han avanzado tanto en la diversificación.
1La multienergía como pilar clave
Repsol ha hecho una apuesta firme por la multienergía como uno de sus pilares fundamentales para el futuro. La compañía aspira a que, en 2027, seis de cada diez de sus estaciones cuenten con una oferta que incluya no solo combustibles tradicionales, sino también energías renovables y opciones para recargar vehículos eléctricos. Actualmente, el 36% de sus estaciones ya son multienergéticas, lo que demuestra su avance acelerado en esta dirección.
Además de la apuesta por la multienergía, Repsol ha mantenido su estrategia de descuentos en repostajes a través de su aplicación de fidelización, Waylet. Esta oferta está diseñada para retener a sus clientes en un mercado donde las estaciones de bajo coste, que priorizan el precio por encima de todo, están ganando terreno rápidamente. Al ofrecer una mayor gama de productos y servicios, Repsol busca desmarcarse de estas competidoras ‘low cost’ y posicionarse como una opción integral para el consumidor.