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Así celebra Rolls-Royce los 60 años de la película de James Bond, Goldfinger

El Rolls-Royce Phantom III de 1937, que utilizaba el villano de la película Goldfinger para el contrabando de oro, es uno de los coches más emblemáticos de la marca. Fue el último modelo que Henry Royce desarrolló antes de su muerte en 1933 y el primer Rolls-Royce que montaba un motor V12.


Rolls-Royce conmemora ahora el 60 aniversario del debut de este icónico Phantom en la pantalla grande, en la película de James Bond de 1964, Goldfinger, el primer gran éxito de la saga 007, con Sean Connery en el papel del agente secreto.

Y lo hace anunciando una sorpresa en torno a este modelo, que se desvelará el próximo 25 de octubre. La marca abrirá ese día «un nuevo capítulo en la historia del Phantom ‘AU 1’, profundizando el legado de este extraordinario automóvil y la conexión de Rolls-Royce con la franquicia cinematográfica de James Bond», ha anunciado en un comunicado, en el que no ha dado más detalles.

Habrá que esperar algo más de un mes pues para conocer el homenaje que Rolls-Royce ha preparado a un modelo que en la famosa película de James Bond juega un papel principal.

Un Rolls-Royce cubierto de oro

ROLLS ROYCE GOLDFINGER1 Motor16

Y es que el modelo de Rolls-Royce escondía en la película de James Bond una carrocería con dos toneladas de oro macizo de 18 quilates. El malvado de la cinta fundía el oro convirtiéndolo en partes del coche, lo que le permitía pasarlo de contrabando a través del continente y por el desafiante Paso de Furka hasta Suiza.

Una vez instalado de forma segura en Auric Enterprises, utilizaba su planta de fundición alpina para desmontar su Rolls-Royce, fundiendo los paneles de la carrocería en lingotes de oro. Después, reemplazada la carrocería original y volvía con su automóvil a Inglaterra, repitiendo de nuevo la travesía.

El plan maestro de Auric Goldfinger, llamado «Operación Grand Slam», y su secuaz Oddjob era contaminar el depósito federal de lingotes de oro e Fort Knox con un dispositivo atómico, elevando el valor de sus propias reservas a la estratosfera. Pero Bond lo desmantela, al colocar un localizador en el maletero del coche, lo que le permite perseguir al millonario a través de Suiza y conocer sus planes.

ROLLS ROYCE GOLDFINGER2 Motor16

Desarrollaba 165 CV y era un coche innovador para la época

El Phantom III fue el último coche de gran tamaño construido por la marca británica antes de la guerra. Se presentó en 1936 y montaba un motor V12 de 7,3 litros que desarrollaba 165 CV, un 37,5 % más de potencia que su predecesor, el Phantom II de 120 CV, que había sido utilizado por el villano Kamal Khan en la película Octopussy (1983) en la India, también de la saga Bond.

El Phantom III incluía una serie de innovaciones que mejoraban enormemente las rutas de contrabando para Goldfinger. Su sistema de suspensión incorporaba amortiguadores hidráulicos totalmente regulables que se podían controlar desde el asiento del conductor, lo que permitía a Oddjob ajustar la conducción en función de si el automóvil iba cargado o no.

2023 Matrícula Rolls-Royce Goldfinger. Imagen portada.

El coche específico que utiliza Goldfinger está equipado con una carrocería «Sedanca de Ville» (o Town Car) abierta por delante y cerrada por detrás, obra de los carroceros Barker.

Lleva la matrícula «AU 1», una referencia al símbolo químico del oro en la tabla periódica de los elementos. Aunque esta era una elección obvia para los realizadores, su designación tiene orígenes más simples. AU era el código de matrícula británico original que indicaba que un automóvil había sido registrado en Nottingham y AU 1 se emitió en 1901 para uno de los primeros vehículos de la zona. Después de usarse en la película, posteriormente se transfirió a otros automóviles Rolls-Royce, tras su debut en la gran pantalla.

rolls royce phantom III Motor16

Pintado en amarillo y negro para la película

Antes de su papel en la película, el Phantom III fue encargado originalmente para Huttleston Rogers Broughton, un estadounidense establecido en Inglaterra, que se convirtió en el primer Lord Fairhaven de la Abadía de Anglesey. Desafiando las convenciones de la época, el coche fue pintado casi en su totalidad de negro, incluidas todas las carcasas de los faros, los parachoques, los discos de las ruedas e incluso el marco del espejo retrovisor.

Incluía una línea de carrocería blanca, que resaltaba los laterales y la parte superior del capó, y las persianas cromadas del radiador fueron pulidas con chorro de arena para lograr un acabado más discreto. Los instrumentos incluían medidas imperiales y métricas, tal como las utilizaría Lord Fairhaven en las carreteras de Gran Bretaña y Europa continental. El acabado característico de dos tonos amarillo y negro del automóvil se aplicó después para su aparición en la película Goldfinger.