La tecnología ha transformado la experiencia de conducción al ofrecer una amplia gama de accesorios y herramientas que hacen más cómodo el manejo. Una de las innovaciones más recientes es la base de carga inalámbrica para móviles, un dispositivo que permite recargar la batería del teléfono sin necesidad de cables. Sin embargo, a pesar de su aparente conveniencia, su uso en el coche conlleva riesgos que muchos conductores desconocen. En este artículo, te explicamos cuáles son y por qué deberías evitarlos.
1Comodidad vs. seguridad
No se puede negar que cargar el móvil de manera inalámbrica es una opción atractiva para muchos conductores. Basta con colocar el dispositivo sobre la base de carga y listo, sin tener que preocuparse por conectar ningún cable. Además, algunos sistemas permiten que el teléfono se conecte al sistema de infoentretenimiento del coche, facilitando así el acceso a música, llamadas y aplicaciones sin conectores adicionales.
No obstante, esta comodidad tiene un costo cuando se considera la seguridad. A pesar de que algunas bases de carga incluyen sistemas de sujeción que impiden que el teléfono se desplace durante maniobras bruscas, no todos los vehículos ofrecen esta característica. Muchos móviles, cuando se colocan sobre la base de carga sin ninguna sujeción, quedan expuestos a desplazamientos inesperados, sobre todo en frenadas o curvas pronunciadas.
