La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha pedido de nuevo la revisión del sistema de etiquetas de la DGT de modo que se contemplen las emisiones reales y no el tipo de motor que equipa el coche. La entidad de defensa de los consumidores ya inició el pasado mes de junio una petición de firmas para que se revisen los distintivos ambientales.
La OCU ha realizado ahora esta petición a raíz de la puesta en marcha de la Zona de Baja Emisiones (ZBE) en Bilbao, una ciudad que ha implantado ya este área restringida a determinados vehículos, cuya puesta en marcha es obligatoria para las localidades de más de 50.000 habitantes, y que la Justicia acaba de «tumbar» en Madrid.
Hay coches con etiqueta C que contaminan menos que algunos Mild Hydrid, dice la OCU
Un estudio reciente de la OCU revela que los automóviles más vendidos con motor de combustión y etiqueta C generan unas emisiones de CO2 durante su ciclo de vida similares o incluso menores a buena parte de los vehículos Mild hybrid y algunos de los híbridos más grandes y potentes, con etiquetas Eco o Cero, «emisiones que facilitan su acceso y aparcamiento a las ZBE», señalan desde la organización.
Por eso, siguen insistiendo en la necesidad de que se revisen las etiquetas, ya que, según la OCU este sistema ha quedado «desfasado». Sirvió para el propósito para el que se creo en principio, pero a día de hoy hay coches con distintivo C que contaminan menos que muchos con etiqueta Cero cuando funcionan con motor de gasolina, argumentan.
Desde la Dirección General de Tráfico se ha asegurado en varias ocasiones que se está trabajando en un nuevo sistema de etiquetas que tendría en cuenta las emisiones de los vehículos y que también incluiría criterios de seguridad.
En este sentido, los coches que hay actualmente en circulación en el parque y que ya tienen etiqueta mantendrían el distintivo medioambiental que ya tienen.
La llegada de las ZBE
La implantación de las Zonas de Bajas Emisiones en las ciudades está haciendo que muchos conductores tengan que cambiar de coche al no poder acceder con el suyo a las zonas restringidas al tráfico.
Una encuesta de la OCU apunta que uno de cada dos afectados por la paulatina entrada en vigor de la ZBE ha cambiado sus hábitos de movilidad (más transporte público, otras rutas…), pero también que el 23% ha tenido que cambiar de coche; y otro 13% lo está valorando. «Un esfuerzo importante para cualquier hogar, lastrado por el extraordinario retraso de las ayudas del Plan Moves III, que tardan hasta un año en hacerse efectivas», explican.
Según añade la organización de consumidores, el retraso en las ayudas, cuya cuantía puede ascender a 7.000 euros si se entrega a cambio un vehículo para achatarrar, está desincentivando la compra de coches menos contaminantes. Esto ha llevado a algunas marcas, como Fiat, Renault y MG a adelantar a los compradores las ayudas del Plan Moves III
En este sentido, la OCU también ha pedido al Gobierno agilizar la concesión de las ayudas, para que se concedan a los compradores en el mismo momento de la adquisición del vehículo, tal y como se contemplaba en el anterior Plan Pive, «mucho más sencillo y efectivo», de la misma forma que se hace en otros países como Italia o Austria. «Otra solución interesante, por su inmediatez, sería descontar el importe de la ayuda del Plan Moves III del coste del IVA», apuntan.
