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domingo, 22 septiembre 2024

El vínculo de Porsche con los ‘clanes escoceses’ cumple 50 años

Los tejidos tartán son mucho más que simples patrones de cuadros; representan tradición, artesanía y un fuerte sentido de identidad. Este diseño emblemático, originario de Escocia, ha perdurado a lo largo de los siglos como un símbolo de herencia y pertenencia. Hace 50 años, el tartán se introdujo en el mundo de los automóviles, específicamente en el icónico Porsche 911 Turbo, marcando el comienzo de una relación entre la elegancia clásica y la ingeniería de alto rendimiento.

El tartán debutó en el Porsche 911 Turbo

Porsche y los tapizados tartán

Este patrón se incluyó en la lista de opciones exclusivas para el 911 Turbo en 1973, y un año más tarde, se extendió a otras versiones del 911. A día de hoy, el tartán sigue siendo una opción popular en los interiores de los vehículos deportivos de Porsche, uniendo lo intemporal con lo moderno.

El origen de esta relación peculiar entre el tartán y la marca alemana se remonta a un día en que Anatole Lapine, entonces Director de Diseño de la marca, decidió usar unos pantalones de tartán. Inspirado por el estilo y la audacia del patrón, Lapine sugirió que se incluya en los interiores de los vehículos Porsche.

Este paso inicial marcó el comienzo de una búsqueda para encontrar un proveedor que pudiera crear tartanes con la calidad requerida para resistir las condiciones a las que estarían expuestos en un coche deportivo. Dorothea Müller-Goodwyn, quien trabajó como estilista en Porsche durante esa época, desempeñó un papel crucial en este proceso.

Con la recomendación de un colega escocés, contactó a un fabricante de tartán en Escocia. Sin embargo, debido a los estrictos requisitos de durabilidad y resistencia a la abrasión y la luz, esos proveedores no pudieron ofrecer un producto adecuado para el interior de los vehículos. Finalmente, el equipo encontró a Berger, una empresa alemana ubicada cerca de Weissach, que fabricaba tejidos con la calidad necesaria para los deportivos de Porsche.

De los clanes escoceses al interior de un Porsche

Porsche y los tapizados tartán

El tartán tiene una rica historia que se remonta siglos atrás, enraizada en la cultura escocesa. Tradicionalmente, los tartanes eran utilizados por los clanes escoceses para señalar su identidad familiar. Cada clan tenía su propio patrón distintivo de colores entrelazados, lo que permitía a sus miembros reconocer su ascendencia ya qué grupo pertenecen. Sin embargo, según la ley escocesa de armas heráldicas, no está prohibido llevar los tartanes de otros clanes.

En el caso de Porsche, se introdujeron tres motivos escoceses en la lista de opciones para el 911 Turbo. El primero de ellos, y quizás el más conocido, fue el Black Watch, un tartán en tonos azul, verde y negro. Este patrón se utilizó en el prototipo del Porsche 911 RSR Turbo, que se presentó en el Salón Internacional del Automóvil de Fráncfort en 1973. En 1974, se entregó el primer 911 Turbo a Louise Piëch, cuya versión contaba con un interior en tartán McLaughlin, de colores rojo y azul. Este diseño le otorga al vehículo una combinación única de deportividad y elegancia.

El tercer patrón de tartán que se agregó al repertorio de Porsche fue el Mackenzie, un diseño en tonos beige, rojo, azul, blanco y verde oliva. Este patrón se incluyó en los modelos del año 1976, debido al éxito que habían tenido los tartanes en las versiones anteriores del 911 Turbo.

Tradición e innovación tecnológica

La integración de estos patrones en los vehículos Porsche fue vista como una forma de conectar los valores tradicionales de la marca con la innovación tecnológica, algo que aún caracteriza a Porsche hasta hoy.

Porsche y los tapizados tartán

Actualmente, la reinterpretación de estos elementos clásicos en los deportivos de Porsche es parte de la estrategia Heritage Design de la marca. Porsche Exclusive Manufaktur y el departamento de diseño Style Porsche colaboran para crear modelos que combinen el pasado con el futuro.

Estos vehículos especiales, que incorporan detalles históricos como el tartán, buscan evocar emociones y nostalgia, mientras presentan lo último en tecnología y rendimiento. Es una manera de honrar la rica historia de Porsche, al tiempo que se refuerzan los valores que la han convertido en una marca icónica.

El tartán, por lo tanto, no es solo un elemento estético; es un puente entre el pasado y el presente, un símbolo de cómo la tradición y la modernidad pueden coexistir en perfecta armonía. En el mundo de Porsche, este tejido sigue siendo sinónimo de exclusividad y estilo, manteniéndose como una opción elegante y atemporal.