El mundo de la Fórmula 1 está lleno de innovaciones técnicas que, en muchos casos, cambian la historia del deporte y llevan a los equipos a la gloria. Entre ellas, una de las más recordadas y controvertidas fue el «Conducto F» o F-Duct, un sistema que apareció en la temporada 2010, desarrollado por McLaren. Este ingenioso mecanismo permitía a los pilotos ganar velocidad en las rectas al reducir la resistencia aerodinámica del monoplaza.
Pero, más allá de su función, uno de los mayores misterios para los aficionados fue el origen de su nombre: ¿por qué se llamó «Conducto F»? Para entender su denominación, es importante recordar el contexto de esa época. En 2009, la Fórmula 1 había pasado por un cambio reglamentario importante que abrió la puerta a innovaciones aerodinámicas.
El invento que generó el nombre «Conducto F» en la Fórmula 1
Mientras Brawn GP sorprendía al mundo con su doble difusor y Red Bull desarrollaba su sistema de difusor soplado, McLaren apareció con una solución peculiar: un conducto que recorría parte del monoplaza y que se activaba con la rodilla del piloto. El nombre “Conducto F” se debe simplemente a la ubicación de la toma de aire inicial, que se encontraba en el chasis, cerca del punto donde el equipo denominaba “Sección F” en los planos del coche.
Esto era una solución aerodinámica sencilla pero efectiva. Consistía en una toma de aire situada en la parte superior del morro del monoplaza, la cual conducía el flujo de aire hasta el habitáculo del piloto. Una vez allí, el aire pasaba por una tubería que tenía una abertura en la cabina, justo al alcance de la pierna del piloto. Al cubrir esa abertura con la rodilla, el flujo de aire continuaba su recorrido hacia el alerón trasero, donde generaba un efecto de «soplado» sobre la capa límite del alerón.
El objetivo del «Conducto F» en la Fórmula 1
El objetivo del sistema era reducir el drag o resistencia aerodinámica del monoplaza en las rectas, aumentando la velocidad máxima del coche en torno a 5 km/h. Al disminuir la resistencia, los pilotos como Lewis Hamilton y Jenson Button obtenían una ventaja crucial en los circuitos con largas rectas, permitiéndoles adelantar a sus rivales o defenderse de ellos de manera más eficaz. Cuando el piloto liberaba la presión de su rodilla, el sistema dejaba de funcionar y el alerón trasero recuperaba su capacidad de generar downforce en las curvas.
Desde el momento en que McLaren introdujo el «Conducto F», el sistema generó un gran revuelo entre los equipos rivales, la prensa y los aficionados. Muchos se preguntaban cómo era posible que los pilotos pudieran manipular un dispositivo aerodinámico sin quitar las manos del volante. La respuesta fue una solución ingeniosa, pero también un tanto arriesgada: los pilotos tapaban la abertura del conducto con su rodilla izquierda, lo que les permitía activar el sistema mientras mantenían ambas manos en el volante, aunque algunos pilotos llegaron a tener que soltar una mano brevemente para ajustar el flujo de aire.
