En septiembre de 2024, el gobierno de Pedro Sánchez lanzó una campaña destinada a promover el transporte público en España, quizas para aliviar las criticas que sus palabras; » mas transporte publico y menos Lamborghinis» pudieron provocar. La intención detrás de esta iniciativa era clara: fomentar un mayor uso de medios de transporte colectivos como el autobús y el tren, argumentando su superioridad económica y medioambiental frente a los coches deportivos de lujo como los Lamborghinis.
Sin embargo, las implicaciones políticas y económicas de este mensaje han generado una controversia que va más allá de la simple promoción del transporte público. Con este gesto, Sánchez ha puesto bajo los focos al Grupo Volkswagen, propietario de Lamborghini, que emplea a millas de personas en España.
1Una campaña que busca ser “cool”, pero con consecuencias serias
La campaña «Transporte público, ¿lo pillas?» ha sido objeto de bromas en redes sociales, principalmente por el uso de una estética urbana y moderna, acompañada de una canción de trap que compara moverse en autobús con “moverse con clase”, mientras que ridiculiza a quienes conducen coches de lujo, sugiriendo que podrían quedar atrapados en atascos. La frase «Si te mueves en Lambo quizás te retrases» es uno de los versos más comentados del anuncio, que ha generado una respuesta mixta entre los espectadores y ha avivado el debate sobre la relación del gobierno con la industria automovilística.
Lo que parece un mensaje inofensivo, destinado a promover el transporte público, tiene una matiz que ha inquietado a muchos en el sector. Lamborghini, aunque sea un símbolo de lujo y exclusividad, es parte del Grupo Volkswagen, que mantiene en España una inversión clave en la industria automotriz, con plantas en Navarra y Martorell que dan empleo directo a más de 20.000 personas. Además, el gigante alemán está construyendo una gigafactoría de baterías en Sagunto, que promete crear más de 3.000 empleos adicionales. El temor es que este tipo de campañas puedan erosionar las relaciones entre el gobierno español y Volkswagen, poniendo en peligro futuras inversiones.
