En los últimos años, el fraude en el sector de los combustibles ha escalado de tal manera que ha llamado la atención de la Agencia Tributaria, que ha lanzado diversas investigaciones para desenmascarar prácticas irregulares en cientos de estaciones de servicio en España. Sin embargo, mientras algunas gasolineras están bajo la lupa, tres gigantes del sector energético han logrado mantenerse al margen de esta problemática: Repsol, BP y Cepsa.
El fraude, que afecta principalmente al impuesto sobre el valor añadido (IVA), genera pérdidas multimillonarias para las arcas del Estado. Este esquema fraudulento involucra estaciones de servicio que venden combustibles a precios “anormalmente bajos”, lo que levanta sospechas sobre posibles actividades ilícitas. Según estimaciones del sector, este fraude asciende a unos 1.000 millones de euros anuales, una cifra alarmante que equivale a un tercio de las ventas de algunas compañías involucradas en el fraude.
1Las grandes petroleras frente al fraude
Repsol, BP y Cepsa, líderes en el mercado español de combustibles, han sido claros en su rechazo a estas prácticas, argumentando que estas actividades delictivas no solo representan un golpe para el fisco, sino también para la competitividad del sector. «El fraude limita y merma la competitividad en el sector», señaló Olvido Moraleda, presidenta de BP España, durante un foro del sector energético.
El problema radica en que las gasolineras involucradas en este fraude logran ofrecer precios muy por debajo de los estándares de mercado, lo que dificulta la competencia leal. Mientras Repsol, BP y Cepsa invierten en cumplir con todas las normativas y en garantizar la calidad de sus productos, otras estaciones de servicio se aprovechan de vacíos legales o incluso de actividades criminales organizadas para reducir sus costes y, en consecuencia, atraer a más consumidores. con precios inusualmente bajos.