En España, la doble fila es una práctica común y, para muchos, una solución momentánea cuando no encuentran aparcamiento. Sin embargo, detrás de esta acción aparentemente inofensiva, se esconde un problema que afecta a la movilidad urbana y la seguridad vial. Aunque la normativa es clara, muchos conductores infringen las reglas sin tener en cuenta el impacto que causan. En este artículo, analizamos esta problemática desde la perspectiva de un profesor de autoescuela.
1La percepción de la doble fila entre los conductores
La mayoría de los conductores en España ven la doble fila como un mal necesario. En muchas ciudades, encontrar aparcamiento es casi imposible, lo que lleva a algunos a optar por dejar el coche en doble fila durante unos minutos.
Sin embargo, aparcar en doble fila está prohibido por ley, y hacerlo conlleva multas que pueden oscilar entre 100 y 200 €, dependiendo de la gravedad de la infracción y el lugar en que se comete. Según el Reglamento General de Circulación, solo está permitido parar en doble fila si la parada es inferior a dos minutos, sin abandonar el vehículo y sin obstaculizar la circulación. A pesar de ello, muchos conductores no respetan estos límites y dejan el coche sin supervisión.