El concesionario Ken Ganley Kia New Port Richey, en Florida, ha sido escenario de una de las mayores catástrofes automovilísticas en la historia reciente del estado. El huracán Helene, de categoría 4, devastó el área y dejó una cifra escalofriante: 672 vehículos completamente destruidos, entre automóviles nuevos, usados y de clientes que se encontraban en servicio. El impacto económico se estima en una pérdida total de entre 28 y 30 millones de dólares, una cifra que coloca a las principales aseguradoras, como Mapfre, Allianz, Caser y DKV, ante un escenario extremadamente complicado.
La madrugada del 27 de septiembre, el concesionario quedó sin electricidad, y el agua inundó la propiedad, alcanzando niveles de hasta cuatro pies en algunas áreas. A pesar de los esfuerzos del personal, solo unos pocos vehículos pudieron ser salvados al ser conducidos fuera del lugar antes de que el huracán alcanzara su máxima fuerza. Según el propietario, Ken Ganley, 660 vehículos, entre nuevos y usados, fueron arrasados por la tormenta. Además, 12 automóviles de clientes que se encontraban en el concesionario para reparaciones también resultaron destruidos.
Cuánto dinero cuesta cubrir los daños afectados en el concesionario de Kia
El balance de los daños es desalentador: de los vehículos destruidos, 500 eran modelos nuevos de Kia, mientras que 160 eran usados. Ken Ganley, cuyo grupo de concesionarios es el decimocuarto más grande de Estados Unidos, ha declarado que tendrá que desembolsar aproximadamente 3,5 millones de dólares para cubrir los deducibles de seguros de los vehículos afectados. Sin embargo, la cifra total de las reclamaciones que afrontarán las aseguradoras podría ser devastadora, lo que sitúa a compañías como Mapfre y Allianz ante uno de sus peores escenarios en años.
El impacto del huracán no se limitó a las inundaciones. Varios vehículos se incendiaron debido a cortocircuitos provocados por el agua, y otros sufrieron la activación de los airbags de manera espontánea. Las imágenes de automóviles Kia flotando y siendo destruidos por las llamas han dado la vuelta al mundo, mostrando la magnitud del desastre. Ganley, quien se encontraba en Ohio en el momento de la tormenta, se mostró conmocionado por la situación: “Tuvimos coches que se incendiaron. Muchos automóviles con los airbags explotados. Esta es una de esas cosas difíciles de comprender”, declaró a Auto News.
La respuesta de Kia a esta trágica situación y los daños a las aseguradoras
A pesar de la tragedia, Kia ha respondido rápidamente para ayudar a restaurar el inventario del concesionario. Apenas un día después del huracán, se enviaron 15 vehículos nuevos, y se espera la llegada de entre 300 y 400 más en los próximos días. Además, el grupo Ken Ganley Automotive también está movilizando alrededor de 100 vehículos usados desde sus tiendas en Ohio para reponer parte del inventario perdido. Este esfuerzo inmediato podría ayudar a mitigar las pérdidas económicas y garantizar la continuidad del negocio en Florida.
El huracán Helene ha dejado un saldo trágico, con más de 130 muertos en seis estados del sureste de Estados Unidos. Sin embargo, las secuelas económicas también están empezando a tomar forma, y en el caso de las aseguradoras, la situación podría volverse insostenible. Los enormes costos de los daños a la propiedad y los vehículos destruidos representan un golpe significativo para el sector de los seguros, que deberá hacer frente a una avalancha de reclamaciones.
