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La locura de pagar un millón por algo que parece un Mercedes-Benz 300 SL Roadster

La dilatada carrera de la casa de la estrella ha sido más que suficiente para concebir vehículos extraordinarios. Si te dijera que pensaras en uno de ellos, estoy casi seguro que el nombre del Mercedes-Benz 300 SL se te vendría a la boca de inmediato. Una verdadera joya que en la actualidad cambia de manos por verdaderas fortunas. Más aún si se encuentra en un estado de colección.

Precisamente ya hemos dicho dos cosas que este ‘montón de chatarra’ con forma de Mercedes-Benz 300 SL Roadster no cumple. Una de ellas lo deja claro con su apellido ‘roadster’, porque los más demandados por los coleccionistas tienen carrocería coupé, los legendarios Gullwing con sus inconfundibles puertas de apertura de tipo ‘alas de gaviota’. El otro punto que nuestro protagonista no cumple es lo de ‘estado de colección’. Salta a la vista.

Este Mercedes-Benz 300 SL Roadster se fabricó en septiembre de 1957

1957 Mercedes-Benz 300 SL Roadster. RM Sotheby's. Imagen trasera.

A pesar de ello los Mercedes-Benz 300 SL Roadster no dejan de aumentar su valor. Independientemente del estado en el que se encuentren. Claro ejemplo de lo que estamos hablando es nuestro protagonista, una unidad del año 1957 que necesita mucho cariño. Y también mucho dinero. Primero para poder llevarlo a un taller de restauración. Porque los especialistas de RM Sotheby’s, quienes le van a buscar un nuevo hogar el próximo 26 de octubre, dicen que a pesar de su lamentable estado, se va a vender por entre 800.000 y 1.000.000 de dólares, lo que viene a ser entre 725.000 y 905.000 euros al cambio actual.

Este sensacional Mercedes-Benz 300 SL Roadster proviene de la Colección Rudi Klein, un alemán que emigró a los Estados Unidos y consiguió hacerse con una fortuna desguazando y vendiendo vehículos clásicos europeos al otro lado del océano, como los de la propia fundación Porsche Foreign Auto en 1967. Klein acumuló una auténtica fortuna que materializaba comprando coches clásicos, que tras fallecer en el año 2001, su familia mantuvo en su poder y alejados de la vista de miradas indiscretas durante más de 20 años. Y aunque hay ejemplares que podrían estar en un museo, otros han vivido días mejores. Y a las pruebas me remito.

Aunque no te lo creas, estaba pintado de color rojo

1957 Mercedes-Benz 300 SL Roadster. RM Sotheby's. Imagen detalle.

Este maltrecho Mercedes-Benz 300 SL Roadster esconde el número de chasis #7500173, siendo uno de los 554 que la compañía alemana construyó a lo largo de 1957. Cuando salió de la fábrica estaba acabado en un llamativo color rojo Fire Engine, del que no queda ni gota en esa oxidada carrocería, la cual se asienta sobre un elemento que hace que el coche de Klein sobresalga por encima de otros muchos de su clase. Este elemento no es otro que sus llantas Rudge, que solo emplearon 30 unidades, acompañados de una relación específica del eje trasero para hacerlo más rápido que el resto.

Según apuntan los expertos de RM Sotheby’s, este Mercedes-Benz 300 SL Roadster abandonó la fábrica en septiembre de 1957 para ser entregado a su propietario original, que no era Klein, en Kitzingen, Alemania. Son muy pocos los detalles que se conocen sobre esa maravilla entorno a su historial, pero si que está claro que conserva el motor, la carrocería, el eje trasero y el eje delantero originales. De igual manera que se sabe que la transmisión se ha reemplazado y que su odómetro indica un total de 17.873 kilómetros.

Restaurar este Mercedes-Benz 300 SL Roadster costará una fortuna

1957 Mercedes-Benz 300 SL Roadster. RM Sotheby's. Imagen interior.

Más allá de la escalofriante cifra que habrá que soltar para llevárselo a casa, hay que añadir los gastos de su restauración, que no será barata precisamente. Aunque conserva todos sus componentes, incluso los del habitáculo, todo necesita de forma urgente mucho cariño. Interior que también estaba cubierto casi en su totalidad por cuero de color rojo, que ha desaparecido por completo y que está pidiendo a gritos: Restáurame.