Para muchos entusiastas de los coches, la idea de convertir un Lamborghini en un vehículo apto para acampar suena descabellada. Después de todo, el Urus no es un todoterreno cualquiera, es uno de los SUV más lujosos y potentes del mercado. Sin embargo, un residente de Colorado llamado Connor ha roto todos los esquemas al transformar su vehículo en un camper funcional.
El resultado: una mezcla inusual entre un superdeportivo y una casa sobre ruedas que ha demostrado su valía en un viaje épico de más de 32.000 kilómetros a través de 16 países. Este enorme vehículo, con su poderoso motor V8 biturbo de 4 litros y 650 caballos de fuerza, no es lo que uno esperaría ver en un campamento de montaña o en una ruta polvorienta. De todas formas, su altura sobre el suelo y el diseño de cuatro puertas lo hicieron un candidato viable para esta transformación.
Un hogar minimalista en Lamborghini Urus, pero funcional
A pesar de que el Lamborghini Urus no fue diseñado para ser un camper, Connor ha logrado adaptar su interior para acomodar a una persona cómodamente. La cama que ha instalado es plegable, lo que permite mantener algunos de los asientos traseros y usar el espacio según lo necesite. Aunque no todo es perfecto, como la falta de reposacabezas ajustables o la imposibilidad de colocar mosquiteras en las ventanas sin marco, el vehículo ha demostrado ser sorprendentemente útil en sus viajes.
Además de las modificaciones internas, el Urus cuenta con una baca desmontable de Front Runner que puede albergar maletas, una rueda de repuesto y luces auxiliares. Esta también sirve como soporte para un toldo, lo que amplía la capacidad de uso del vehículo en condiciones de acampada. Aunque solo puede alojar a una persona para dormir, la modularidad del interior permite a Connor recibir hasta tres o cuatro personas más para descansar o viajar durante el día.
Un Lamborghini preparado para la aventura
Para mejorar el desempeño todoterreno del Lamborghini Urus, Connor le ha instalado llantas Klassik B OffRoad de 22 pulgadas y neumáticos todoterreno. Esto le permite al SUV moverse con mayor facilidad por caminos difíciles, algo que no se esperaría de un Lamborghini tradicional. A lo largo de su extenso viaje, el vehículo ha demostrado ser resistente, con solo un fallo significativo: una junta tórica falló en una manguera de vacío de aire, lo que requirió que el Urus fuera remolcado en una ocasión. Para un viaje de 20.000 millas, este pequeño problema parece insignificante comparado con lo que uno esperaría de un SUV de lujo sometido a estas exigencias.
Eso sí, este SUV no ha escapado sin algunos rasguños. Durante su paso por Rumanía, el splitter delantero se dañó, y el costo de su reemplazo fue de unos 1.100 euros. Además, un botón de una luz interior dejó de funcionar, pero para un coche de lujo que ha recorrido terrenos difíciles, estos problemas son menores. Una de las modificaciones más notables en el Urus camperizado de Connor es la falta de paragolpes trasero, algo intencionado. Su plan es sustituir ambos paragolpes para mejorar la capacidad todoterreno del SUV y, además, está evaluando la instalación de un nuevo sistema de escape que proporcionaría más espacio libre.
