Cuando un coche comienza a temblar al frenar, lo primero que nos viene a la mente es que algo no está bien. Las vibraciones pueden ser sutiles o mucho más notorias, pero de cualquier manera, son una señal clara de que hay un problema que no se debe ignorar. Este comportamiento anómalo suele apuntar hacia una de las partes más importantes del automóvil: el sistema de frenos.
Detectar y solucionar este tipo de problemas a tiempo es esencial no solo para evitar daños mayores, sino también para garantizar la seguridad en la carretera. El sistema de frenos es un componente crucial de cualquier vehículo, y cualquier fallo en su funcionamiento puede poner en peligro la integridad del conductor y los pasajeros. Si se producen solo al frenar, lo más probable es que el origen del problema esté en los discos, pastillas o tambores de freno.
La causa común en las vibraciones de tu coche
En la mayoría de los vehículos modernos, los frenos de disco son los más utilizados. El disco de freno, al estar expuesto a repetidos ciclos de fricción con las pastillas, puede deformarse con el tiempo debido al calor generado durante la conducción. Cuando el disco de freno se alabea, es decir, pierde su forma original, las vibraciones al frenar se vuelven evidentes.
Afortunadamente, en muchos casos los discos pueden ser rectificados para restaurar su forma, pero si el desgaste es excesivo, la única solución será reemplazarlos. Además, si el coche ha estado inactivo durante mucho tiempo, la corrosión puede acumularse en los discos, lo que también provoca vibraciones cuando el vehículo se pone en marcha nuevamente. Si la corrosión es superficial, el disco puede ser rectificado, pero si es severa, será necesario un cambio completo del componente.
Otras causas posibles de vibración en tu coche
Las pastillas de freno son otro componente que puede ser responsable del temblor al frenar, especialmente si están muy desgastadas. Una señal clara de desgaste en las pastillas es un chirrido agudo al frenar. Además de la incomodidad del sonido, unas pastillas en mal estado pueden generar vibraciones debido a la falta de material para frenar eficientemente el disco. Estas deben ser revisadas y sustituidas cada cierto kilometraje, generalmente entre los 40,000 y 50,000 kilómetros, dependiendo del uso del vehículo.
Aunque menos comunes en los vehículos modernos, los frenos de tambor todavía se utilizan en algunas ruedas traseras. Al igual que los discos, los tambores también pueden deformarse con el tiempo y causar vibraciones. Si se detectan pulsaciones en el pedal al frenar, puede ser indicativo de un tambor fuera de sus especificaciones. La solución, al igual que en los discos, es rectificar el tambor o reemplazarlo si el desgaste es excesivo.
