El pasado fin de semana se ha celebrado la decimoctava edición de la Land Rover Party en la finca Les Comes, ubicada en la localidad de Súria (Barcelona), que ha acogido a centenares de aficionados de la marca venidos de toda Europa.
Rebautizado como Land Party tras la reestructuración de la gama Land Rover bajo el paraguas de JLR, el evento congregó a más de 500 participantes, quienes acudieron con sus vehículos Land Rover, Range Rover y Discovery para disfrutar de un fin de semana de rutas todoterreno, trial extremo, acampada, espectáculos y una enorme oferta de ocio en la que el indiscutible protagonista es el Defender.
Como es habitual en esta auténtica fiesta del todoterreno, los participantes pudieron disfrutar de las capacidades off-road de sus vehículos a lo largo de los más de 80 kilómetros de pistas 4×4 con los que cuenta la finca, clasificados en diferentes niveles de dificultad por colores, de forma similar a las pistas de esquí.
Y, por supuesto, no faltaron tampoco los aficionados que acudieron también como espectadores. Y es que los visitantes pudieron disfrutar de un evento pensado para poder ser disfrutado en familia, admirando las espectaculares preparaciones de los vehículos Land Rover de todas las épocas que cada año acuden al evento.
Prueba del Defender 110 D250 MHEV
Acudimos a este evento tan especial a bordo de un flamante Defender 110 D250 MHEV. Actualmente, se trata de la única alternativa diésel del Defender, que combina el motor turbodiésel Ingenium de seis cilindros en línea y 249 CV con un pequeño propulsor eléctrico alimentado por una batería de iones de litio que se recarga durante la marcha del vehículo.
A lo largo de toda una mañana recorremos diversas pistas de Les Comes acompañados de un instructor excepcional: Moi Torrallardona. Moi lleva toda una vida superando desafíos extremos, desde sus primeras participaciones en el Camel Trophy hasta sus últimas participaciones en el Dakar. Moi nos confiesa que 2025 será, de hecho, la última vez que dispute este raid extremo, si bien seguirá siendo uno de los pilares de la escuela de conducción de Land Rover, que tiene su sede española en Les Comes.
Con el mejor copiloto posible, comenzamos a ascender por las pistas que nos llevarán a lo más alto de la finca. Nuestro Defender 110 es un vehículo de estricta serie, calzado con sus neumáticos estándar; de hecho, ni siquiera dispone del opcional diferencial trasero bloqueable mecánicamente, función que el control de tracción se encarga de emular frenando las ruedas que eventualmente no pueden digerir el par disponible con la esperanza de que las demás ruedas sean capaces de hacerlo.
Las pistas elegidas por Moi son especialmente desafiantes, con algunos tramos en los que a la pendiente habitual (frontal) se suma una importante inclinación lateral, sin olvidar las torronteras ocasionales provocadas por la lluvia y las piedras que han desplazado otros todoterrenos que han pasado anteriormente por nuestra ruta.
Los recursos todoterreno del Defender 110
El Defender cuenta con tracción total permanente y reductora en todas sus versiones, así como con un cambio automático de ocho velocidades mediante engranajes planetarios acoplado por un dócil convertidor de par y el selector de escenarios de conducción todoterreno denominado Terrain Response (conviene recordar que Land Rover inventó este tipo de interfaces hoy generalizadas).
A estos recursos hay que sumar un rígido bastidor con la carrocería integrada, unas suspensiones de amplio recorrido con muelles neumáticos que permiten aumentar la altura libre al suelo y unas ruedas de gran diámetro que ayudan a que los obstáculos parezcan más pequeños de lo que son.
No en vano, el Defender es algo más que un SUV. Sus líneas vanguardistas que reinterpretan la silueta clásica de Land Rover pueden hacernos pensar que estamos ante un modelo más, pero no es así. Junto con el Mercedes Clase G, el Jeep Wrangler, el Ford Bronco y el Suzuki Jimny, el Defender es uno de los escasos auténticos todoterrenos que aún quedan en el mercado.
Comienza la prueba del Defender en Les Comes
Engranamos la reductora para evolucionar con mayor fluidez y para disponer de la retención extra que aporta su corto desarrollo en los empinados descensos que encontraremos y nos ponemos en marcha. Lo primero de lo que nos damos cuenta es que la altura de la suspensión en modo todoterreno nos permite elegir estrategias diferentes a la hora de afrontar algunos de los obstáculos más complicados, ya que nos permite dejar que muchas de las piedras movidas por los todoterrenos preparados que han pasado por la zona antes que nosotros con sus enormes neumáticos extremos queden entre las ruedas del vehículo en lugar de obligarnos a sortearlas o a pisarlas cuidadosamente.
Otra ventaja definitiva del Defender es lo fáciles que pone las cosas a los conductores que no han sido especialmente entrenados para la práctica del todoterreno. A modo de ejemplo, el diferencial central permanece desbloqueado en condiciones normales, bloqueándose automáticamente sólo cuando comienzan a “insinuarse” las pérdidas de motricidad, lo que nos permite girar en poco espacio y evitar un castigo innecesario a la transmisión.
También el conjunto de cámaras del vehículo puede ser de gran ayuda en determinados momentos, especialmente al coronar alguna de las lomas que nos encontramos, donde no somos capaces de ver más que cielo a través del parabrisas pero observamos perfectamente por dónde continúa la pista a través de la pantalla central. Las cámaras son también prácticas a la hora de ceñirnos a las piedras y obstáculos presentes en los laterales del camino, especialmente en el caso del lado derecho, donde no podemos sacar ocasionalmente la cabeza por la ventanilla para comprobar cuánto margen tenemos.
Moi nos da prácticos consejos como “mirar siempre lejos, pero primero a la derecha y más adelante a la izquierda cuando afrontamos un giro cerrado a la derecha y viceversa”, ya que serán nuestras zonas ciegas, por ese orden, a la hora de superar ese obstáculo.
La Land Party es un evento único
Y así, casi sin darnos cuenta, completamos una mañana de aventura y conducción todoterreno a bordo de un Defender que nos permite subir por rampas imposibles en las que a duras penas seríamos capaces de encaramarnos a pie sin equipo de escalada, o descender rampas igualmente empinadas con la máxima sensación de seguridad.
Acabada la ruta, aprovecharemos para disfrutar del resto de la Land Party, que este año contaba con una nueva zona de food trucks, una gran carpa beduina como escenario del “mercado” en el que diversas tiendas ofrecían todo lo que un aficionado al todoterreno pueda desear, música en vivo, cursos y talleres, el espectacular rocódromo, una nueva zona infantil, el circuito de radiocontrol, un desfile de Land Rover clásicos y un largo etcétera de eventos y actividades que hacen de esta party del todoterreno un evento absolutamente único.
Fotos de la Land Party 2024
