En esta era de la tecnología, ya casi nadie sale de casa sin Google Maps o algún GPS para guiarnos en el camino. Nos permiten desplazarnos por lugares desconocidos sin preocupaciones, confiando plenamente en sus rutas sugeridas. Pero, en ocasiones, esas mismas maravillas tecnológicas nos meten en situaciones de lo más inesperadas ¡y casi cómicas! ¿Coches encajados en escaleras? ¿Camiones atrapados en curvas imposibles? No, el GPS no siempre es infalible…
1Escaleras abajo en Sanxenxo y Ávila
Uno de los líos más recientes con el GPS ocurrió en Sanxenxo (Pontevedra). Un conductor, muy obediente él, siguió las instrucciones del navegador al pie de la letra y acabó bajando con su coche las escaleras del paseo de la Rua do Sol. El navegador no sabía que esa zona se había convertido en peatonal tras unas obras recientes. Así que el pobre coche terminó atrapado en un lugar reservado solo para transeúntes.
Algo parecido le pasó a otro conductor en El Hoyo de Pinares (Ávila). Mientras intentaba llegar a la Plaza del Caño, su GPS lo envió directo a una escalera estrecha, en la que acabó atascado. La situación no solo fue embarazosa, sino también un buen susto. Afortunadamente, en ambos casos, la cosa no pasó a mayores: un par de rasguños en el coche y buenas anécdotas que contar a los más cercanos.
