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El súper control de la Guardia Civil de Tráfico en el que dan positivo 200 conductores al día

Cada día, alrededor de 200 conductores dan positivo en los controles de alcoholemia realizados por la Guardia Civil de Tráfico en las carreteras españolas. Esta alarmante cifra refleja un problema grave y persistente que pone en riesgo la seguridad de miles de personas que circulan diariamente por las vías del país. Las autoridades están intensificando sus esfuerzos para frenar esta tendencia, implementando controles más rigurosos y constantes.

Sin embargo, la realidad es que el consumo de alcohol al volante sigue siendo una de las principales causas de accidentes mortales en España. Javier Vicente, monitor de conducción y experto en seguridad vial, explica que el consumo de alcohol afecta gravemente la capacidad de manejar un vehículo.Cuando una persona ha bebido y se monta en el coche, va muy despacio, no controla absolutamente nada. Su campo de visión es prácticamente nulo”, asegura.

Así encuentra la Guardia Civil a los conductores alcoholizados

Vicente destaca que la velocidad reducida que a veces se asocia con los conductores ebrios no es un indicador de precaución, sino una señal de la pérdida total de control y percepción. Con el alcohol en el organismo, los reflejos se ven seriamente disminuidos, lo que convierte a estos conductores en un peligro constante para ellos mismos y para los demás.

Los controles de alcoholemia de la Guardia Civil de Tráfico han aumentado en frecuencia y ubicaciones estratégicas, con el fin de abarcar el mayor número de carreteras y detectar a conductores bajo los efectos del alcohol. Los operativos se llevan a cabo tanto en vías urbanas como interurbanas, especialmente en los fines de semana y durante la noche, cuando el riesgo es mayor debido al aumento del consumo de alcohol en situaciones sociales.

¿Cómo afecta el alcohol a la hora de conducir?

¿Cómo afecta el alcohol a la hora de conducir?

El alcohol afecta de manera significativa las capacidades cognitivas y motoras, lo que se traduce en una conducción errática y peligrosa. Según Vicente, el campo de visión se reduce drásticamente, lo que impide a los conductores percibir correctamente los estímulos del entorno, como otros vehículos, peatones o señales de tráfico. «La capacidad de reflejos disminuye mucho cuando han tomado alcohol. No controlan absolutamente nada, van ciegos», afirma. Esta falta de percepción y de control se convierte en un cóctel explosivo que incrementa las probabilidades de sufrir o provocar un accidente de tráfico, algo muy común en España.

Los esfuerzos de la Guardia Civil van más allá de los controles en carretera. Se están llevando a cabo campañas de concienciación en medios de comunicación y redes sociales para sensibilizar a la población sobre los peligros de mezclar alcohol y conducción. Estas campañas insisten en que los efectos del alcohol comienzan a manifestarse desde el primer trago, por lo que es esencial evitar ponerse al volante si se ha bebido, incluso en pequeñas cantidades. A pesar de las advertencias, las cifras reflejan que aún queda un largo camino por recorrer en la lucha contra este tipo de imprudencias al volante.