Steve Jobs es recordado principalmente como el visionario detrás de Apple, el creador del primer ordenador personal moderno y el responsable de transformar la tecnología con productos como el iPhone y el Mac. Sin embargo, pocos saben que además de ser un pionero en la informática, también era un apasionado de las motocicletas. En concreto, Jobs tenía una conexión especial con una moto que lo acompañó durante muchos años de su vida y que reflejaba, en cierto modo, su particular visión del diseño y la funcionalidad. Se trataba de una BMW R60/2 de 1966, una máquina clásica que utilizaba para ir al trabajo en Apple casi a diario.
A Jobs no le importaba que la BMW fuera antigua; de hecho, le fascinaba su diseño duradero y elegante, una característica que iba muy de la mano con su filosofía en Apple: la tecnología y el diseño deben trascender el paso del tiempo. En más de una ocasión, los empleados de Apple lo vieron llegar en su moto a la sede de la compañía en Cupertino, California, y no era raro que Jobs aparcara su BMW en lugares inusuales. Como dueño de la empresa, tenía ciertas licencias que otros no se habrían permitido, y solía estacionar la moto directamente en el vestíbulo de la recepción.
Los detalles de la BMW R60/2 que conducia Steve Jobs
La BMW R60/2 que Steve Jobs utilizaba era un símbolo de una era pasada, pero que, al igual que los productos de Apple, seguía siendo relevante por su diseño. Construida entre 1955 y 1969, esta moto se destacaba por su simplicidad, elegancia y confiabilidad. Contaba con un motor bóxer bicilíndrico de cuatro tiempos que ofrecía 30 caballos de fuerza, lo cual, para Jobs, era más que suficiente para disfrutar de la conducción por las soleadas carreteras de California. No necesitaba velocidad para destacar, ya que la BMW alcanzaba un máximo de 140 km/h, pero en su sencillez residía su perfección, un concepto que el propio Jobs aplicaba a sus productos tecnológicos.
El apego de Steve Jobs a su BMW no era solo una cuestión de transporte; era una extensión de su personalidad. La moto, con su sistema de horquillas telescópicas en el tren delantero, una innovación técnica en su tiempo, representaba ese equilibrio entre lo clásico y lo funcional, algo que él siempre buscó en cada proyecto que emprendía. Al igual que los productos de Apple, esta BMW era una obra maestra de diseño atemporal, y Jobs encontró en ella una fuente de inspiración que lo acompañó durante años, tanto en su vida personal como profesional.
Qué pasó con la moto de Steve Jobs
La imagen del empresario montando su moto se hizo célebre cuando fue publicada por National Geographic a finales de los años 80. En esa época, un reportaje sobre la vida en Silicon Valley capturó la esencia de un Steve Jobs más relajado, que vestía camisa de cuadros y vaqueros mientras recorría las calles de California en su moto. El artículo también revelaba un lado más íntimo del fundador de Apple, describiéndolo como un motero habitual que disfrutaba de largas charlas con sus amigos mientras bebían vino y filosofaban sobre el futuro. Para él, la moto no era solo un medio de transporte, sino una compañera fiel en su búsqueda de innovación y cambio.
El destino de la BMW R60/2 de Steve Jobs sigue siendo un misterio. No se sabe con certeza si la vendió antes de su fallecimiento en 2011 o si la conservó como una de sus posesiones más preciadas. Lo que está claro es que esta moto, al igual que muchas de las creaciones de Jobs, ha dejado una huella imborrable. Su lugar en la historia de la tecnología y el diseño es tan firme como el de cualquier dispositivo creado por el fundador de Apple.
