Viajar en coche con un bebé siempre trae consigo una mezcla de emociones: la emoción de descubrir nuevos lugares en familia y, al mismo tiempo, la preocupación constante por la seguridad del pequeño pasajero. Y es que, como padres o cuidadores, la protección de los más vulnerables es la prioridad absoluta. Para asegurar esa protección, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha actualizado sus normativas sobre los sistemas de retención infantil (SRI), poniendo un mayor énfasis en el uso adecuado y obligatorio de sillas de coche homologadas bajo la norma i-Size.
Desde el 1 de septiembre, la DGT ha implementado nuevas reglas que buscan reforzar la seguridad en las carreteras. Según la nueva normativa, todos los niños con una altura de 1,35 metros o inferior deben viajar en un sistema de retención infantil homologado que se adecúe perfectamente a su peso y estatura. No solo es una cuestión de cumplimiento legal, sino de garantizar que, ante cualquier imprevisto, tu bebé esté protegido. Estas sillas, entre las que destacan modelos como la Chicco Bi-Seat i-Size Air y la First-Seat Recline i-Size, están diseñadas para ofrecer estabilidad y seguridad a los niños desde el nacimiento hasta los 12 años.
1¿Qué es el sistema i-Size?
El sistema i-Size, que ha sido adoptado como el estándar obligatorio para la comercialización de sillas de coche infantiles, es una normativa europea que prioriza la seguridad en los desplazamientos. Entre sus principales ventajas, se encuentran la mejor protección en impactos laterales y frontales, además de un uso más intuitivo para los padres. Estas sillas deben instalarse con el sistema ISOFIX, que asegura una fijación más estable y segura al asiento del coche.
Uno de los aspectos más importantes de i-Size es que requiere que los bebés viajen en sentido contrario a la marcha al menos hasta los 15 meses. Este detalle, aunque pueda parecer insignificante, es crucial para proteger la delicada estructura del cuello y la cabeza del bebé en caso de colisión. Viajar mirando hacia atrás reduce significativamente las lesiones en una frenada o choque, dado que el impacto se distribuye de manera más uniforme a lo largo de la espalda del niño.
