Los asistentes de ayuda a la conducción están cada día más presentes en los automóviles y, Euro NCAP, el organismo europeo que examina la seguridad de los coches que llegan al mercado, instauró en 2020 un protocolo de pruebas para medir la eficacia y seguridad que ofrecen estas tecnologías.
Desde entonces, Euro NCAP ha sometido a examen los asistentes de conducción de una treintena de vehículos, de los que más de una decena han obtenido una calificación de «muy bueno» y seis demostraron que tenían mucho que mejorar, con calificaciones que no llegaron al aprobado.
En el último análisis realizado por Euro NCAP a estas tecnologías se han sometido a prueba los asistentes de conducción de cinco modelos –BMW i5, Mercedes-Benz Clase C, Volkswagen ID.7, Volvo EC40 y BYD Atto3- con resultados dispares.
Estas evaluaciones ofrecen a los conductores información fundamental sobre las funciones de conducción asistida disponibles en los vehículos actuales, pero desde Euro NCAP se advierte a los compradores que deben ser conscientes de que estas tecnologías, aunque permiten una experiencia de conducción cómoda, pueden suponer riesgos sin la supervisión del conductor.
¿Qué pruebas hace Euro NCAP a los sistemas de asistencia a la conducción?
La evaluación de Euro NCAP de estos sistemas de conducción mide tanto el rendimiento como la funcionalidad de estas tecnologías. Estos sistemas están diseñados para ayudar en la conducción y no para tomar el control del vehículo; por tanto, se espera que el conductor mantenga sus manos en el volante y su vista en la carretera en todo momento.
En este sentido, se prueba el grado de equilibrio existente entre la asistencia que ofrece el vehículo y cómo el sistema ayuda al conductor a mantenerse concentrado al volante así como las limitaciones del sistema y el respaldo de seguridad que ofrece, es decir la respuesta en situaciones críticas para evitar una colisión. En base a estos parámetros se establece una calificación en cuatro categorías: no recomendado (básico), moderado, bueno y muy bueno.
BMW i5 y Mercedes-Benz Clase C: la mejor nota posible
Entres los sistemas de conducción probados en esta ocasión destacaron los de BMW i5 y Mercedes-Benz Clase C, con niveles excepcionales de competencia de asistencia y excelente respaldo de seguridad, explica Euro NCAP. Ambos fueron calificados como «Muy buenos», ya que sus sistemas proporcionan un control sólido de la velocidad para absorber gran parte de la carga de conducción, al tiempo que mantienen al conductor centrado para recuperar el control si es necesario.
En el apartado de seguridad, el modelo de Mercedes-Benz obtuvo una puntuación especialmente alta, ya que el coche es capaz de desplazarse al arcén y realizar una parada controlada en casos en que el conductor no reacciona.
Volkswagen ID.7 y el Volvo EC40: «Buenos»
El Volkswagen ID.7 y el Volvo EC40 obtuvieron una calificación de «Bueno» en estas pruebas. Euro NCAP destaca que el desempeño de sus asistentes es notable, pero carecen de las características más sofisticadas y el rendimiento sólido del BMW y el Mercedes-Benz.
BYD Atto 3: «no recomendado»
La peor calificación se la ha llevado el BYD Atto 3 y su Control de Crucero Adaptativo Inteligente. En las pruebas realizadas, el sistema de asistencia de velocidad no interpretó correctamente las señales de tráfico y obtuvo una puntuación modesta.
Sin embargo, fue en el apartado de seguridad «donde el coche no alcanzó los estándares mínimos», dice Euro NCAP, destacando específicamente el pobre rendimiento general del ACC frente a vehículos parados y la falta de acción en caso de que el conductor no responda. En este escenario crítico, el sistema desactiva efectivamente la asistencia a la dirección después de un período prolongado de inactividad mientras mantiene el control de velocidad, abandonando a su suerte al conductor que no responde.
Nuevas pruebas
En 2024, Euro NCAP ha revisado el protocolo de pruebas de estos sistemas incorporando requisitos específicos para la supervisión del conductor, que evalúan la eficacia de la tecnología para detectar estados típicos del conductor asociados con el riesgo, como la dependencia excesiva del sistema o la distracción prolongada, que pueden conducir a una respuesta del vehículo que ayude a prevenir un accidente. Además, se ha introducido la evaluación de la respuesta de los sistemas de asistencia ante la aparición de usuarios vulnerables en la carretera (ciclistas, peatones, etc.).