Hace solo unos días que la firma de Múnich anunciaba que su BMW Driving Experience aterrizaba por vez primera a España. Y tuvimos la ocasión de poder participar en la puesta de largo de dicho curso de conducción, a sabiendas que la marca alemana nos guardaba un secreto que hasta ahora no se podía desvelar y que no era otro que rodar con su impresionante BMW M5 en el circuito de Monteblanco. Una toma de contacto con una extraordinaria berlina de altas prestaciones que, aunque corta y centrada a un uso en circuito, nos permitió conocer las artes de semejante criatura que en España ya te puedes comprar desde 161.000 euros.
Precisamente aparcado en la línea de boxes del circuito de Monteblanco nos esperaba el nuevo BMW M5. Aislado del resto de vehículos da sensación de coche grande, pero cuando lo aparcas junto a un BMW M3 te das cuenta que es una berlina inmensa. No en vano la última generación del Serie 5 supera los cinco metros de largo y llega a los 5,10 metros en el caso de este BMW M5 por los diferentes aderezos aerodinámicos con los que cuenta semejante berlina.
El BMW M5 ahora es híbrido enchufable
Entre ellos destaca la enorme toma de refrigeración delantera, sin lamas ni rejilla que proteja el gran radiador que oculta al fondo. Y que no es el único, porque en posición horizontal los ingenieros de la firma alemana han colocado otro radiador adicionales para mantener en temperatura diferentes órganos de su extraordinario 4.4 V8 TwinPower Turbo. Aunque en el exterior de este BMW M5 tampoco desentona su alerón trasero, sus cuatro terminales de escape, sus característicos retrovisores… Pero si es cierto que echamos de menos las características aberturas en sus aletas delanteras, que no se han podido colocar en la octava generación del BMW M5 porque en la izquierda lleva la toma para cargar las baterías de su impresionante mecánica híbrida enchufable.
Si por fuera impresiona, el interior no te deja indiferente, porque este BMW M5 combina deportividad, tecnología y calidad a partes iguales. Cierto es que los más puristas echarán de menos algo más de fibra de carbono o unos asientos de tipo ‘menos sofá’, pero igual los de Múnich se los guardan para un futuro M5 CS. Nunca lo descartes. Acomodarte en ese confortable habitáculo te lleva pocos segundos, pero habituarte a los mandos y pantallas requiere más tiempo, que no tenemos. Por lo que nos indican los botones mágicos para tocar en circuito y ponemos en marcha su mecánica híbrida enchufable.
En modo eléctrico ya dispones de casi 200 CV
Nos recomiendan salir del pit lane en modo eléctrico, para así comprobar que se puede mover con gran agilidad gracias a los 145 kW (197 CV) y 280 Nm que entrega su máquina eléctrica. Y así lo hacemos, dejando cristalino que este modo eléctrico será una gran opción para pisar la calle en el día a día ayudado de su batería con 22,1 kWh de capacidad (18,6 kWh útiles) que le ayuda a firmar una autonomía eléctrica de 69 kilómetros. De ahí que se lleve de calle la etiqueta ‘0 emisiones’ de la DGT. Pero en cuanto hundes el acelerador de este BMW M5 a fondo, se activa el modo híbrido y el 4.4 V8 TwinPower Turbo cobra vida.
Se trata de un bloque conocido en la firma de Múnich, porque entre otros ya lo usaba la anterior generación de esta rápida berlina. Aquí se conforma con 585 CV de potencia y con 750 Nm de par motor, cifras que si le sumas las entregadas por su máquina eléctrica da como resultado un total de 727 CV y 1.000 Nm. Dígitos que el BMW M5 digiere por medio de un cambio automático de 8 velocidades con dirección a su sistema de tracción total M xDrive. Así no es de extrañar que esta criatura pueda acelerar de 0 a 100 km/h en 3,5 segundos y alcanzar una velocidad máxima limitada a 250 km/h. Ahora bien, por 2.780 euros se puede equipar con el paquete M Driver’s, que además de llevar ese limitador a 305 km/h, viene con un sensacional curso de conducción impartido por experimentados pilotos, quienes te ayudarán a sacar el máximo partido a tu BMW M5.
Tecnología de vanguardia para domar los 727 CV del BMW M5
Primera vuelta para familiarizarnos con un empapado circuito de Monteblanco y detrás de un sensacional BMW M3 Touring que nos hace de ‘liebre’. Modo híbrido y programa Sport para comenzar a familiarizarnos con una berlina que corre como si no hubiera un mañana y cuya mecánica híbrida enchufable ha sido desarrollada para ofrecer las máximas prestaciones. Y si después se gana eficiencia, eso que nos llevamos. Tras el primer paso por línea de meta cambiamos al modo Dynamic, que comienza a adaptar la suspensión, la dirección, las ayudas electrónicas, la entrega de potencia, el sonido del escape y hasta el tacto del freno para un comportamiento dinámico más emocionante. El BMW M5 sorprende por una dirección con apenas dos vueltas entre topes, que se conecta con un eje delantero fascinante y que te permite buscar el vértice de la curva con gran facilidad.
‘Nuestro’ BMW M5 equipa discos de freno de material carbocerámico, que ayudan a detener una berlina con 2.510 kilos de lastre. Es mucho. No seré yo quien te lo discuta, pero créeme que en marcha parece que va perdiendo kilos en cada curva. Si esta es lenta, se la merienda sin rechistar, porque transmite pesos como si de un compacto se tratase, ayudado también por el sistema de dirección en el eje trasero. Si es rápida, igual de bien, porque los tres metros de distancia entre ejes aportan estabilidad y nos dejan abrir gas en cuanto enfilamos la salida de la misma gracias a su sistema de tracción M xDrive, un salvoconducto que sale a relucir cuando el asfalto está mojado.
Mucho más ágil de lo que podría parecer con su peso y su tamaño
A pesar de tener tracción a las cuatro ruedas, el BMW M5 deja clara su esencia y la trasera tiene mucho más protagonismo, porque siempre se insinúa si nos pasamos con el acelerador arrancándonos una sonrisa. Y es que la situación se controla con un sutil toque de dirección y sin levantar gas, obsequiándonos con una delicada derrapada de manual que nos hace pensar que somos mucho mejor piloto. Qué fácil lo hace todo esta rápida berlina que sin decírnoslo, sabemos que viene equipado con ese paquete M Driver’s, ya que en la recta de Monteblanco cazamos sin problema al BMW M3 Touring que nos hace de ‘liebre’, porque llegar al cartel de los 200 metros, donde comienza la frenada, es pan comido hacerlo a más de 260 km/h.
En ese paso por recta, pulsamos el botón M2 del volante, el cual estaba programado para seleccionar el modo Dynamic Plus. Y el BMW M5 deja de ser tan cariñoso a base de electrónica y nos pone a trabajar de verdad, porque ahora es más nervioso, aderezado también por ese asfalto mojado que pone en aviso a sus sensacionales neumáticos 285/40 R20 delante y 295/35 R21 detrás. Éstos se tienen el cielo ganado para poder transmitir el poderío de este BMW M5 al firme, cosa que en este programa es aún más complejo al dejar en tu pie derecho casi toda la responsabilidad de domar a esos 727 CV de potencia y a esos 1.000 Nm de par motor.
El BMW M5 parte desde los 161.000 euros
El BMW M5 nos continúa sorprendiendo por la agilidad de la que hace gala tanto en curvas lentas, como en curvas rápidas. Nada te haría pensar que supera las 2,5 toneladas de peso, quizá el aspecto más criticado por los puristas. Otra cosa será cuando pise la calle. No por es peso, sino por el espacio que ocupa, detalle que hará que se convierta en un devorador de autovías, mientras que las carreteras reviradas mejor se las dejará a un BMW M2.
Pero por ahora solo te podemos contar cómo va el BMW M5 dentro de un circuito. Si bien, pronto también sabremos cómo irá en el día a día, donde sacaremos petróleo de esa parte electrificada y que le permite ser una criatura realmente eficiente. Pero ya sabes que la eficiencia en este fascinante y rápido híbrido enchufable es algo que viene ‘de regalo’.
