La movilidad urbana está en plena revolución, y los jóvenes de entre 18 y 30 años son los protagonistas de este cambio. A medida que el mundo se enfrenta a desafíos medioambientales y de sostenibilidad, este grupo de la población demuestra una clara inclinación hacia alternativas que dejan atrás los combustibles fósiles y abrazan la innovación y la tecnología. El día a día de los jóvenes en ciudades como Madrid o Barcelona ya no gira en torno al vehículo particular de combustión, sino que incorpora opciones como el transporte público, la micromovilidad y el uso compartido de coches, redefiniendo cómo entendemos el desplazamiento en las grandes urbes.
1Micromovilidad: el auge de patinetes y bicicletas eléctricas
La micromovilidad es una de las opciones más elegidas por los jóvenes, que encuentran en bicicletas y patinetes eléctricos una alternativa rápida, económica y ecológica. Según datos recientes de Alphabet, el uso de patinetes eléctricos ha aumentado un 15%, mientras que las bicicletas eléctricas han ganado popularidad entre el 12% de los jóvenes. Este auge no solo responde a la practicidad, sino también a una clara preferencia por desplazamientos que minimicen la huella de carbono.
Sin embargo, esta popularidad de la micromovilidad se enfrenta al desafío de la falta de infraestructura adecuada. En muchas ciudades, las calles aún no están preparadas para la convivencia pacífica entre coches, bicicletas y patinetes. De hecho, el 90% de los encuestados en un estudio de Alphabet apoya la creación de carriles exclusivos para bicicletas y patinetes, y el 78% considera que prohibir su circulación en ciertas áreas podría mejorar la seguridad de los desplazamientos. La creación de infraestructura que respalde estas tendencias será clave para que esta modalidad de transporte se integre de forma segura y efectiva en el ecosistema urbano.