La retroingeniería, o ingeniería inversa, es una práctica extendida en la industria automotriz, especialmente entre los fabricantes asiáticos. Consiste en desarmar un producto de la competencia, como BYD, para analizar a fondo sus componentes y encontrar sus secretos tecnológicos. En este proceso, los ingenieros pueden descubrir innovaciones estructurales y de software para aplicar en sus propios vehículos, una estrategia que ha probado ser exitosa para mejorar rápidamente la tecnología automotriz de cada fabricante.
Además de Japón y Corea, Europa también recurre a esta estrategia, aunque en sus propios términos. Las marcas europeas suelen comprar los vehículos que desean estudiar y los analizan en la privacidad de sus propios laboratorios, en lugar de hacer una observación directa en exposiciones de la competencia. Este proceso de desarme y análisis es la base para innovaciones constantes y una mejora competitiva global.
1El papel de china en la industria automotriz actual
Actualmente, China es uno de los líderes mundiales en la producción de coches eléctricos, especialmente gracias a su capacidad para integrar tecnologías avanzadas a costes menores que en otros mercados. El país ha invertido considerablemente en desarrollar su industria automotriz, resultando en avances tecnológicos significativos en sus autos eléctricos, superando en muchos aspectos a competidores occidentales y asiáticos.
La innovación china se caracteriza por una producción tecnológica avanzada que va acompañada de un precio altamente competitivo, difícil de igualar por otros fabricantes. Con una industria que, según algunos expertos, se encuentra diez años por delante en vehículos eléctricos, China ha hecho que muchos otros países volteen hacia sus productos en busca de estrategias efectivas y asequibles para replicar.