El Gobierno de España, liderado por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), ha acordado con sus socios políticos, incluyendo al Partido Nacionalista Vasco (PNV) y Junts, una serie de reformas fiscales que afectarán tanto a conductores como a otros sectores de la población. Una de las medidas más destacadas es el aumento de los impuestos al diésel, equiparando su fiscalidad a la de la gasolina. Esto implica que el gasóleo, hasta ahora más económico que la nafta, perderá esa ventaja en favor de una política de impuestos unificada.
La propuesta implica un aumento en el impuesto de hidrocarburos aplicado al diésel, el cual pasará de 0,379 euros por litro a 0,47269 euros. En términos prácticos, esto representa un incremento cercano a los 10 céntimos por litro. Así, llenar el depósito de un vehículo promedio, con una capacidad de 50 litros de diésel, costará alrededor de cinco euros adicionales. Esta medida, sin embargo, exceptúa al gasóleo profesional, utilizado principalmente en vehículos de transporte y otros sectores productivos, lo que intenta mitigar el impacto en la economía de las empresas dedicadas a la logística y otros sectores clave.
A partir de cuando comienza a regir el aumento del diésel
La nueva fiscalidad entrará en vigor el 1 de abril de 2025, aunque se ha contemplado una posible exención temporal. Si el precio del diésel en el mercado supera los dos euros por litro durante dos meses consecutivos, el impuesto bajaría a 0,422 euros por litro. Este mecanismo de ajuste responde a la volatilidad de los precios de los combustibles y pretende aliviar el impacto económico de la medida en momentos en que los precios internacionales del petróleo eleven sustancialmente el precio de venta al público del gasóleo.
Este incremento en la fiscalidad al diésel forma parte de un paquete más amplio de reformas fiscales propuestas por el Ejecutivo de Pedro Sánchez. Entre ellas se incluye el establecimiento de un impuesto definitivo sobre los líquidos de los vapeadores, una subida de los impuestos al tabaco que se aplicará desde enero de 2025 (añadiendo 35 céntimos a cada paquete de cigarrillos), y un aumento en la tributación del ahorro, que elevará del 28 % al 29 % la carga fiscal sobre las rentas superiores a 300.000 euros. Además, se aplicará IVA a los alquileres de corta duración, afectando principalmente a pisos turísticos que hasta ahora estaban exentos de este impuesto.
Las medidas que plantea el Gobierno de Pedro Sánchez
En el ámbito empresarial, el Gobierno también ha planteado un beneficio fiscal para pequeñas empresas. Las compañías con una facturación anual inferior al millón de euros se beneficiarán de una reducción en el impuesto de sociedades, pasando a pagar un 17 % por los primeros 50.000 euros de base imponible y un 20 % por el resto, en comparación con la tasa actual del 23 %. Esta medida busca apoyar a las pequeñas y medianas empresas, aligerando su carga fiscal y fomentando la actividad empresarial en un contexto económico desafiante.
Para que estas reformas se concreten, el proyecto de ley necesita el respaldo de otros grupos parlamentarios. A día de hoy, el PNV y Junts han dado su visto bueno, pero aún falta el apoyo de partidos como Bildu, ERC, Sumar y Podemos, quienes han mostrado reservas frente a algunas de las propuestas. Estas enmiendas representan una apuesta significativa del Gobierno para incrementar los ingresos fiscales y cumplir con los compromisos europeos, aunque su implementación dependerá en última instancia de la negociación política y del consenso parlamentario necesario para aprobar los cambios propuestos.