Las historias que rodean a Diego Maradona son tan variadas como coloridas, trascendiendo a menudo los límites del fútbol. A pocos días del aniversario de su fallecimiento, su nombre vuelve a acaparar titulares debido a una anécdota que evoca su época como jugador de Boca Juniors. Contrario a lo que muchos podrían imaginar, no fue un Ferrari ni un Lamborghini el vehículo que él decidió adquirir en aquel entonces, sino un camión Scania que aún hoy sigue sorprendiendo a sus seguidores y simbolizando su peculiar estilo de vida.
La historia se remonta a 1997, cuando Maradona estaba a punto de retirarse del fútbol profesional. Fue entonces que Diego expresó un capricho inesperado a su agente, Guillermo Cóppola. Tras haber solicitado en el pasado un Ferrari negro mientras jugaba en el Napoli, ahora quería un vehículo completamente diferente para trasladarse: un camión. Con su sentido del humor característico, Maradona bromeó sobre la idea de que, al conducir un camión, los periodistas no podrían alcanzarlo para hacerle preguntas o acosarlo en los entrenamientos de Boca. Para él, aquello era tanto un juguete como una barrera ante el constante asedio mediático.
La historia de Diego Armando Maradona y el Scania 360
El capricho se cumplió, y el camión llegó. Fue un Scania 360 Topline de color celeste, y el día que Maradona decidió llevarlo al entrenamiento, tanto sus compañeros como los fanáticos quedaron boquiabiertos. Sin embargo, en plena carretera y a solo unos metros del complejo de Ezeiza donde se entrenaba Boca Juniors, el vehículo se detuvo de golpe debido a un percance técnico. Resulta que el combustible había sido cargado en el tanque equivocado, y el camión dejó de funcionar de manera inesperada. Afortunadamente, un vecino que pasó por el lugar le ofreció a Diego y a Cóppola un aventón para llegar al entrenamiento, evitando así que tuvieran que caminar.
Con el paso de los años, el camión fue pintado de negro, y más tarde pasó a manos de una empresa de transporte. Sin embargo, en 2012, dos argentinos, Héctor Colombini y Juan Carlos Rodríguez, decidieron adquirirlo al confirmar su conexión con Maradona. Aunque inicialmente no estaban seguros de la autenticidad del camión, los documentos corroboraron su procedencia y, para ellos, fue un honor adquirir una pieza de historia tan simbólica. Rodríguez, hincha de River Plate, recordó el momento en que el vehículo llegó a sus manos, admitiendo que lo compró más por el vínculo con Maradona que por el propio camión.
Qué fue de la vida del camión de Maradona
Rodríguez describe el Scania como una reliquia cargada de recuerdos y emociones. Aunque no lo usa para trabajar, suele visitarlo en el galpón donde lo guarda, y cada vez que lo ve, siente la tentación de subirse y recorrer el mismo camino que Maradona alguna vez transitó. «Es un placer manejarlo porque aunque no soy de Boca, todos los argentinos llevamos a Diego en el corazón. Sentí el calor en el volante que él sostenía», confesó emocionado.
Hoy, el camión de Maradona ha sido exhibido en varias exposiciones en Argentina, siendo identificado como el «camión de Diego». Incluso llegó a ser prestado para una producción televisiva sobre la vida de Guillermo Cóppola, en la cual recrearon escenas en las que Maradona aparecía conduciendo. Para Rodríguez, el camión no es solo un vehículo; es un símbolo del Maradona auténtico, del hombre que, incluso fuera del campo, seguía sorprendiendo a todos con sus decisiones impredecibles.