En el municipio asturiano de Siero, la “guerra de las multas” ha alcanzado un nivel inesperado. Recientemente, un radar fijo captó un coche de la Dirección General de Tráfico (DGT) circulando a 59 km/h en una zona donde el límite era de 30 km/h. Esto ocurrió en la avenida de Viella, Lugones, una vía con velocidad restringida como parte de la normativa de reducción de velocidad en calles urbanas, implementada en mayo de 2021. Aunque podría parecer un despiste de un conductor ordinario, la sorpresa llegó al descubrir que el infractor era un agente de la Policía Local de Siero conduciendo un vehículo radar de la DGT, cedido al ayuntamiento para labores de seguridad vial.
1El conflicto de intereses en la Policía Local
Este incidente se ha dado a conocer en un momento en el que la Policía Local de Siero y el alcalde Ángel García, conocido como “Cepi”, están envueltos en una tensa disputa. Los conflictos se intensificaron recientemente cuando algunos funcionarios locales fueron multados por estacionar de forma indebida en zonas reservadas frente a las dependencias del cuerpo. En respuesta, agentes del Sindicato Independiente de la Policía Local de Asturias (SIPLA) multaron posteriormente al propio alcalde y funcionarios municipales por infracciones similares, desatando una tormenta mediática en torno a estas sanciones y sus implicaciones.