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La mala jugada que te puede gastar el GPS de tu coche la sufre este conductor

En un insólito episodio en Verona, Italia, los visitantes de un concurrido centro comercial se sorprendieron al ver un pequeño coche circulando entre las tiendas, paseando por los pasillos como si estuviera en una calle cualquiera. Según las redes sociales, la historia detrás de esta imagen viral fue un “error de GPS”, un suceso que despertó curiosidad y risas.

Sin embargo, la realidad es aún más interesante: es un Fiat Topolino, un pequeño vehículo eléctrico, que está disponible para la compra en el propio centro comercial. La curiosa escena no fue un accidente, sino parte de una estrategia de marketing ingeniosa. Este minicoche eléctrico se ha ganado la atención en Italia por su diseño compacto y sus funcionalidades urbanas, ahora se comercializa en alianza con la tienda de electrónica Unieuro, en Verona.

El coche paseando por los pasillos del centro comercial

Esta asociación es el resultado de una colaboración entre Stellantis, el grupo al que pertenece Fiat, y la cadena de tiendas, con la intención de promover la «movilidad urbana sostenible». La idea es cambiar la percepción sobre los vehículos tradicionales, integrándolos en entornos de venta minorista y acercándolos al público como cualquier otro electrodoméstico.

El concepto es novedoso. En lugar de adquirir el Topolino en un concesionario, los interesados pueden comprarlo en Unieuro, donde se presenta como un dispositivo de movilidad para el día a día. Gaetano Thorel, responsable de Fiat y Abarth, destacó que esta colaboración busca posicionar al Topolino no solo como un coche, sino como un «dispositivo de movilidad» que ofrece una alternativa innovadora frente a los desafíos modernos de transporte urbano.

Las características del coche que se pasea por el centro comercial

Las características del coche que se pasea por el centro comercial

El Fiat Topolino no solo es práctico y ecológico, sino que su comercialización también ha generado polémica. Hace unos meses, el vehículo fue protagonista de titulares cuando se detuvo un envío de estos cuatriciclos en el puerto de Livorno, debido a una controversia sobre su lugar de fabricación. A pesar de que llevaban la bandera italiana, los Topolino eran en realidad ensamblados en Marruecos.

El pequeño coche simboliza, de hecho, una revolución en la industria automotriz de Italia. Con su diseño compacto y sus prestaciones eléctricas, es ideal para la movilidad urbana, que cada vez requiere vehículos menos contaminantes y más fáciles de aparcar. Además, el hecho de que se pueda adquirir en una tienda de electrónica rompe con las convenciones tradicionales de compra de vehículos y permite integrar el automóvil en el mercado como cualquier otro producto de consumo tecnológico.