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El barro de Paiporta: Así son los coches oficiales de Pedro Sánchez, que cuestan mucho más que el Rexton

En Paiporta, el cierre de octubre quedó marcado por el caos: la DANA arrasó vidas, viviendas, negocios y calles, convirtiendo el municipio en un lodazal literal y político. Para «mostrar apoyo», Sus Majestades los Reyes y Pedro Sánchez acudieron al terreno de la devastación, donde la ciudadanía no escondió su frustración. Entre barro y piedras lanzadas al aire —con más puntería simbólica que literal— quedó claro que los vecinos esperaban soluciones, no un desfile de protocolo.

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Los rios de la inacción política

La jornada se tiñó de reproches, gritos y acciones que evidenciaron el hartazgo. «Más botas de agua y menos cámaras», parecía ser el mensaje del pueblo. Como dice el refrán, «aunque la mona se vista de seda, mona se queda»; en este caso, aunque las visitas se disfracen de empatía, a los ojos de Paiporta no bastó para salvar la jornada.

La Guardia Civil detuvo a al menos tres personas por alteraciones del orden público, entre ellas un joven acusado de agredir a un agente. Aunque las autoridades calificaron los actos de «absolutamente marginales», las imágenes de vecinos enfrentándose a los representantes del poder dejaron claro que la paciencia estaba tan desgastada como las calles de Paiporta. Como dice el refrán: «Cuando el río suena, agua lleva», y aquí llevaba no solo agua, sino toneladas de barro y frustración.

Espalda