El Volvo XC90 se ha convertido ya en una leyenda en la marca sueca. Un modelo con el que atacaron el segmento de los grandes SUV premium y con el que han conseguido conquistar y fidelizar clientes durante los 23 años de vida desde el lanzamiento del primer XC90. Y ahora, cuando todo parecía indicar que su evolución estaba a punto de acabarse, la marca lanza un profundamente renovado XC90.
Un modelo para seguir dando alternativas al exigente y selecto conductor de este tipo de vehículos que todavía no está listo para dar el paso a la electrificación total encarnada en el nuevo EX90. Y de paso seguir aumentando esa leyenda que se empezó a construir en 2001, cuando se presentó la primera generación en el Salón de Detroit. A partir de ahí el trabajo en Volvo ha sido ir renovando, mejorando cada día, este modelo.
Y ahora, con esta renovación que nadie esperaba ¿qué? Pues lo que se ha hecho es una renovaciones tecnológicas y de diseño que lo convierten en un SUV aún más atractivo y eficiente; que ofrece una filosofía centrada en la sostenibilidad y la seguridad. Con ello el Volvo XC90 no se puede decir que sea una opción completamente nueva, pero sí que sigue manteniendo su estatus entre los SUV premium del mercado.
Una nueva cara para el Volvo XC90
Para reforzar su estilo, los diseñadores de Volvo han trabajado para que, sin cambiar lo importante, el coche parezca otro. Así, la silueta del SUV más grande de la marca escandinava sigue siendo inconfundible, pero ahora está equipada con faros LED más afilados y una parrilla frontal que cambia de manera apreciable aunque la única modificación sea el estilo de las lamas de la parrilla. Este diseño exterior no solo mejora la estética, sino que también contribuye a mejora en la aerodinámica y por tanto a un mejor rendimiento energético.
El interior del Volvo XC90 ha sido rediseñado pese a que el modelo anterior estaba de plena vigencia –mucho mérito al trabajo de un equipo de diseño que lanzó el coche en 2015-, pero los retoques le sientan bien. Mantiene las siete plazas que convierten al XC90 en el perfecto familiar, pero cambia en detalles, algunos bastante llamativos. Por ejemplo, se utiliza una nueva configuración del salpicadero que es más horizontal en el que conviven materiales premium y sostenibles, incluyendo paneles decorativos hechos de materiales reciclados de alta calidad.
Además, entre lo más llamativo está la nueva pantalla táctil central que ha aumentado de tamaño y resolución hasta alcanzar las 11 pulgadas, y que ofrece una experiencia digital de última generación que facilita el acceso a una amplia gama de funciones y aplicaciones. El universo de Google sigue por detrás y hace extremadamente fácil el uso. Además, el vehículo incluye actualizaciones de software de manera inalámbrica.
Además, entre las cosas que no se ven, se ha mejorado el confort, con asientos diseñados para proporcionar una experiencia de conducción relajante en cualquier trayecto. La suspensión también se ha trabajado para que cada amortiguador individual puede adaptarse a las condiciones de la carretera para optimizar tanto el confort como la estabilidad. Y está disponible una suspensión neumática que no solo mejora la comodidad, sino que también ajusta la altura del vehículo, adaptándose a diversas condiciones de conducción.
T8 híbrido enchufable y tecnología Mild Hybrid en el B5
Y para no entrar en el terreno eléctrico que es cosa del Volvo EX90 el nuevo XC90 apuesta por el T8 híbrido enchufable que combina un motor de gasolina con un propulsor eléctrico y más de 70 kilómetros de autonomía con una sola carga en ciclo WLTP mientras que si combinamos ambos motores amplía la autonomía total a más de 800 km. Todo ello rematado por la opción de tracción integral asegura que el XC90 brinde un rendimiento excepcional en todo tipo de condiciones.
Un paso por debajo en electrificación, está el XC90 B5, opción con hibridación ligera de 48 voltios, que cuenta con un motor de 250 caballos que cuenta con la etiqueta ECO y ofrece una alternativa, con un consumo ajustado -8,5 l/100 km- que es claramente alternativa a lo que hubiera sido un XC90 diésel. Y con un brío y un comportamiento dinámico y más que divertído.
Además, de, por supuesto, seguro. El nuevo XC90 está equipado con un habitáculo de seguridad avanzado y funciones de seguridad activa de última generación para proteger no solo a los ocupantes sino también a otros usuarios de la vía. El sistema de asistencia basado en radar y cámaras frontales detecta desviaciones de carril y puede realizar maniobras automáticas para evitar colisiones.
Y si históricamente Volvo ha sido seguridad, en los últimos tiempos también ha sido comunicación. Por eso, en cuanto a infoentretenimiento, los usuarios disfrutarán de una interfaz más ágil y accesible gracias a las actualizaciones inalámbricas. Cuenta con un nuevo sistema de sonido de alta fidelidad Bowers & Wilkins que representa una experiencia auditiva excepcional, acercando a los ocupantes a la acústica de un concierto en vivo.
El Volvo XC90 cuenta con el ‘cerebro’ de Google
Sin olvidar la integración de servicios conectados, como Google Assistant y Google Maps, que permiten una navegación más intuitiva y un control simplificado de las funciones del vehículo a través de comandos de voz, lo que minimiza las distracciones y hace que la experiencia de conducción sea aún segura. ‘Hey Google’ es la clave para manejar el SUV sueco.
A todo esto, el Volvo XC90 sigue siendo un coche y por tanto, hay que analizarlo así. La presentación internacional de este modelo, celebrada entre Dinamarca y Suecia nos ha puesto al volante de las dos opciones que están a la venta para confirmar lo que parece… El XC90 sigue siendo un gran coche. Ágil, poderoso, seguro y eficiente. Tanto la versión T8 con la que hemos circulado con absoluta suavidad y en completo silencio –con el motor eléctrico- o con máximo poder cuando se unían las dos tecnologías, como la B5 –con una personalidad más normal, menos compleja, nos han sorprendido.
La vida extra del nuevo Volvo XC90 va a estar más que aprovechada por el modelo sueco. Tanto como para pensar que los responsables de la marca sueca no se van a atrever a que este sea el último X90… Pero esa es otra historia que contaremos cuando toque.