Las calles de Niza han sido escenario de una peculiar protesta, con los coches como protagonistas, que ha captado la atención de automovilistas y transeúntes por igual. Un artista conocido como TooLate ha lanzado una llamativa iniciativa para denunciar la agresividad y la imprudencia al volante: colocar réplicas realistas de testículos, denominadas «autoballs», en los paragolpes traseros de vehículos que, según él, ejemplifican la masculinidad tóxica detrás del volante.
Las autoballs están hechas de materiales moldeables como arcilla o masilla, con un diseño que las hace parecer sorprendentemente reales. TooLate ha seleccionado, en su mayoría, coches SUV para esta acción, un tipo de carrocería que en Francia ha sido objeto de críticas debido a su tamaño, impacto ambiental y la percepción de poder y estatus asociados con ellos. Según el artista, estos vehículos encarnan una «masculinidad desenfrenada» que se traduce en actitudes agresivas y peligrosas en la carretera, una postura que ha vinculado con el aumento de accidentes mortales.
El objetivo de la campaña impulsada por TooLate con los testículos en los coches
En declaraciones a medios locales, TooLate explicó que su objetivo es visibilizar una problemática que muchas veces pasa desapercibida: la relación entre las actitudes de género y la seguridad vial. “Quiero denunciar los comportamientos viriles y la masculinidad tóxica al volante, ya que están identificados como una de las principales causas de accidentes mortales en las carreteras francesas”, señaló. Su acción coincide con el creciente debate público sobre la necesidad de transformar los patrones culturales que normalizan estas conductas, especialmente en un entorno tan crítico como las vías públicas.
La intervención de TooLate ha coincidido también con un emotivo homenaje organizado por el Consejo de París en memoria de Paul Varry, un joven ciclista de 27 años que perdió la vida en octubre tras un enfrentamiento vial con un conductor de coche evidentemente agresivo. Este trágico suceso ha reforzado las discusiones sobre la importancia de abordar la violencia en el tráfico como un problema sistémico y no solo como una suma de incidentes aislados. La propuesta del artista, aunque polémica, ha logrado reavivar estas conversaciones, llevando el tema más allá de los círculos tradicionales de activismo vial.
La reacción que causaron las autoballs en los coches
Sin embargo, las autoballs han generado reacciones divididas. Mientras algunos aplauden la creatividad de TooLate y su forma poco convencional de llamar la atención sobre un problema real, otros critican su enfoque por considerarlo humillante o incluso contraproducente. “No creo que ridiculizar a los conductores agresivos cambie algo. La educación vial y las sanciones efectivas son lo que necesitamos”, comentó un automovilista en redes sociales. Aun así, las imágenes de vehículos adornados con este peculiar accesorio ya se han viralizado, generando un diálogo amplio y diverso.
Más allá de las opiniones, la acción de TooLate subraya un mensaje urgente: la agresividad al volante del coche no solo pone en peligro vidas, sino que es un síntoma de dinámicas culturales más profundas que necesitan cambiar. En un país donde la seguridad vial sigue siendo un desafío, iniciativas como esta, aunque controvertidas, invitan a reflexionar sobre la necesidad de fomentar una conducción más empática y responsable.