En Renault tienen muy claro que el segmento B de toda la vida aún tiene recorrido, al contrario que fabricantes como Ford que descatalogaron el legendario Fiesta. No cabe duda de que la firma dirigida por Luca de Meo va a realizar una fuerte apuesta por la electrificación total con el Renault 5 E-Tech y el próximo Renault 4 E-Tech, aunque mantendrá con vida otro modelo que, tras casi 35 años entre nosotros, ya se ha convertido en otro de sus emblemas: el Clio.
En julio de 2023 asistimos a la presentación internacional del restyling de la quinta generación, que ya tenía cierto sabor a despedida. No obstante, quién sabe si en una decisión de última hora, la marca del rombo ha comenzado el desarrollo de la que será la sexta generación de este urbano.
A modo de curiosidad, no será la primera vez que Renault 5 y Clio convivan en el mercado, pues allá por 1990, cuando salió a la venta la primera generación del Clio, Renault mantuvo durante varios años a la venta el 5 (conocido como Supercinco en España); de hecho, su producción cesó en 1996, apenas dos años antes de que llegase la segunda generación de su sustituto.
El Renault Clio mantendrá la plataforma, aunque será más grande
De hecho, la importancia del Clio ha aumentado tanto en cuanto ahora también debe ocupar, en parte, el espacio dejado por el Mégane con motores de combustión. De este modo, la sexta generación crecerá en tamaño hasta situarse en tornos a los 4,10 metros, una longitud a medio camino entre el segmento B y el C. Mantendrá la plataforma CMF-B HS, estrenada en 2019 en el propio Clio V, el Captur II y el Nissan Juke. Gracias a su modularidad, esta base sirve tanto para el Clio como para el Renault Arkana, un modelo de 4,54 metros de longitud y 2,72 m de distancia entre ejes.
Esta nueva configuración permitirá mitigar uno de los principales defectos de la actual generación, el espacio en las plazas traseras. También se espera que haya una ganancia en cuanto a la capacidad del maletero, que actualmente oscila entre los 254 y 340 litros, en función de la motorización.
Desde el punto de vista estético no hay mucho que aportar, pues el prototipo presenta un camuflaje muy denso que apenas deja ver lo justo para poder circular por carreteras abiertas al tráfico. En el frontal se intuyen unas luces de conducción diurna en posición oblicua y se aprecia con cierta claridad una parrilla compuesta de rombos. En el lateral conservará las manetas traseras integradas en el pilar C, mientras que la trasera mantiene una línea muy semejante.
Respecto a la gama, es muy probable que haya novedades importantes, especialmente en lo que respecta a la versión híbrida, que recibirá el nuevo motor 1.8 fabricado por HORSE y verá aumentada tanto la potencia como la eficiencia. Actualmente este sistema propulsor se ha anunciado para el Dacia Bigster, aunque llegará paulatinamente a otros modelos.
En cuanto al resto, únicamente hay una certeza, y es que el Clio dejará de ofrecer la mecánica diésel 1.5 dCi, que se reservará para los vehículos comerciales. Este hecho no es baladí, pues el urbano de la marca francesa es el último del segmento B contar con una versión alimentada por gasóleo; únicamente se mantienen opciones en el segmento SUV, en el Audi Q2 o el VW T-Roc. Veremos si se mantiene el bloque tricilíndrico de gasolina 1.0 o por el 1.2, también tricilíndrico, que va a montar el mencionado Bigster y que está electrificado.
Sea como fuere aún tardaremos en conocer más datos definitivos del nuevo Clio, pues seguramente sea presentado a finales de 2025 o principios de 2026 para alargar todo lo posible la vida útil de la actual generación.