Son muy pocos los coches de competición que conservan el aura de los legendarios Silver Arrows de Mercedes-Benz. Coches que se forjaron dentro de los circuitos de carreras en el momento en el que los fabricantes prácticamente tenían ‘carta blanca’ a la hora de diseñar y desarrollar sus bólidos de competición. Y bajo esos requisitos mínimos, los de la firma de la estrella concibieron los W 196 R a mediados de la década de los años ‘50. Años en los que estas ‘flechas de plata’ agrandaron el palmarés de la casa alemana con la ayuda de ilustres pilotos como Juan Manuel Fangio o Sir Stirling Moss.
Precisamente esos impresionantes Mercedes-Benz W 196 R, bautizados con el impronunciable nombre alemán de ‘Stromlinienrennwagen’, fueron desarrollados para competir en la categoría de monoplazas con mecánica de hasta 2,5 litros y asientos descubiertos. Pero para poder adaptarse a la perfección a los diferentes trazados, la casa alemana los configuró con una carrocería aerodinámica ‘Streamliner’ y con otra abierta que dejaba sus neumáticos al aire.
Del Mercedes-Benz W 196 R se construyeron 10 ejemplares
Este inmaculado Mercedes-Benz W 196 R, que esconde el número de chasis 00009/54, es uno de esos aerodinámicos ‘Streamliner’ y pisó los circuitos por vez primera en el Gran Premio de Buenos Aires el 30 de enero de 1955. Aunque cabe tener en cuenta que los W 196 R aparecieron en el Gran Premio de Reims un año antes. Al volante de semejante joya estaba nada menos que el piloto Juan Manuel Fangio, que consiguió la pole y también la victoria en el debut del W 196 R. A lo largo de la temporada, el ‘Stromlinienrennwagen’ se batió en duelo con los mejores de su clase, ganando diferentes carreras y finalizando su andadura deportiva en el Gran Premio de Italia de ese mismo año, pero con Sir Stirling Moss al volante.
Tanto Fangio como Moss exprimieron las impresionante cualidades del Mercedes-Benz W 196 R, comenzando por los más de 290 CV de potencia que entrega su extraordinario corazón equipado con un sofisticado sistema de inyección de combustible. Aquel motor con ocho cilindros en línea y con 2.494 centímetros cúbicos no era otra cosa que la unión de dos bloques de cuatro cilindros por medio de un cigüeñal Hirth. Una obra de ingeniería que marcaba el carácter de estas ‘flechas de plata’.
Una joya donada al Museo de Indianapolis en el año 1964
Tras finalizar sus carreras deportivas, los chicos de Mercedes-Benz decidieron conservar las diez unidades de los W 196 R que llegaron a construir a lo largo de la historia. Sin embargo, con el paso del tiempo la firma de la estrella decidió donar cuatro ejemplares entre los que se encontraba este con el número de chasis 00009/54. Concretamente este fue a parar en el año 1964 a la Fundación Indianapolis Motor Speedway, donde se ha conservado desde entonces en excelentes condiciones. Porque desde ese año se ha movido y ha aparecido en público en el Concurso de Elegancia de Amelia Island de 1996, el Salón Internacional del Automóvil de Canadá de 2003… Y también se ha pintado en dos ocasiones.
Precisamente la Fundación Indianapolis Motor Speedway es quien ha confiado en los expertos de RM Sotheby’s para encontrar un nuevo hogar a este impresionante Mercedes-Benz W 196 R. Y precisamente será en el propio museo de Mercedes-Benz de Stuttgart donde será subastado el próximo 1 de febrero, por lo que aún tienes tiempo para comenzar a ahorrar.
RM Sotheby’s dice que este Mercedes-Benz W 196 R superará los 55 millones
Porque esta pieza de colección considerada uno de los Fórmula 1 más importantes en la historia de la compañía alemana se va a convertir en una joya deseada por los coleccionistas más adinerados del panorama. Y es que más allá de su singularidad de semejante máquina, que sepas que será el segundo de los Mercedes-Benz W 196 R que se ha vendido a un cliente privado a lo largo de la historia, siendo el primero de todos con una carrocería aerodinámica Stromlinienwagen.
De ahí que los especialistas de RM Sotheby’s hablen de que este Mercedes-Benz W 196 R va a cambiar de manos por una cifra ‘superior a los 55 millones de dólares’. Aunque extremadamente abultada, es muy inferior a los 143 millones de dólares que hace dos años se pagaron por un 300 SLR Uhlenhaut Coupé, uno de los dos ejemplares que la firma de la estrella construyó a lo largo de la historia y que le valió para ser considerado ‘el vehículo más caro del mundo’. Al que este W 196 R seguro que le va al rebufo.