La fotografía y el automovilismo se entrelazan, gracias a la innovadora colaboración entre el destacado fotógrafo Mathieu Cesar y la icónica marca Alpine. La combinación de sus talentos ha dado lugar a un proyecto artístico, que transforma la percepción de los automóviles y la fotografía contemporánea.
Con su excepcional habilidad para el retrato en blanco y negro, Mathieu Cesar ha revolucionado la fotografía moderna. Su técnica única consiste en jugar con sombras, luz y contraste, generando instantáneas que transmiten una profunda emoción y carácter. Su estilo retrofuturista lo posiciona como uno de los mayores expertos en iluminación hoy en día, capaz de captar lo mejor de cada sujeto, ya sean personas o vehículos.
Cesar, además siempre ha sido un apasionado de los coches, tal como él mismo ha comentado: «Mi mundo se compone sobre todo de pasión y referencias de la infancia que perpetúo e intento dar vida a través de mis fotos, principalmente en blanco y negro. Los coches son el resultado del ingenio humano. El objeto une a las personas sin dejar de ser universal.» Esta perspectiva le ha permitido conectar de forma única con la esencia de los automóviles, fusionando arte y movimiento.
El universo de Alpine contrasta entre el blanco y el negro
Fruto de esa pasión es esta colaboración en la que Mathieu Cesar se ha sumergido en el universo de Alpine para capturar un vehículo totalmente monocromático. El Alpine A110 S, diseñado en blanco y negro, se presenta como una obra en la que cada línea y detalle se salvan gracias a la pureza del contraste en blanco y negro.
El proyecto Monochromatic ha mostrado la línea entre el arte y el diseño automovilístico y la fotografía. La colaboración entre Matthieu Cesar y Alpine fue concebida como una co-creación que une la intención artística con la tradición automovilística de la marca. Esta sinergia permite resaltar la sofisticación que emana del diseño, convirtiendo la sencillez en un símbolo de elegancia.
El A110 S con esta visión monocromática acentúa no solo su atemporalidad, sino también las elegantes curvas que lo caracterizan. Con un motor que entrega 300 CV y una impresionante aceleración de 0 a 100 km/h en solo 4,2 segundos, este vehículo es una obra de arte sobre ruedas. El diseño del A110 S es esencialmente una expresión de deportividad pura, revelando su fuerte carácter tanto en carretera como en circuito.
Antony Villain, director de diseño de Alpine, describe esta colaboración como «un diálogo entre dos artes«, donde la fotografía y la automoción encuentran una fusión perfecta. La carrocería del A110 Monochromatic cuenta con un degradado en blanco y negro que se ha convertido en la firma inconfundible de Mathieu Cesar. Este enfoque artístico se inició durante una reunión clave entre el equipo de diseño de Alpine y el fotógrafo a principios de 2024.
La implicación de Alpine con el arte
En el interior del A110 Monochromatic, un diseño audaz se desarrolla en una paleta de blanco y negro, donde la sección superior blanca contrasta con la inferior negra. Se ha implementado la impresión 3D para ofrecer una apariencia ligera y transparente en los respaldos y las puertas, creando una experiencia visual que sigue el esquema de gradación del exterior.
Los detalles como la decoración de aluminio en la consola, así como los umbrales de puerta específicos, añaden un toque de sofisticación y elegancia al interior del vehículo. Estos elementos se combinan de manera que el A110 Monochromatic no es simplemente un coche, sino una experiencia sensorial que remarca la identidad de Alpine.
Este lanzamiento no es el primero en la línea de colaboraciones artísticas de la firma francesa de deportivos. Anteriores creaciones, como el A110 S de Felipe Pantone en 2021, el A110 Sastruga del colectivo Obvious en 2022, y el A110 Metamorphosis de Arne Quinze en 2023, muestran el compromiso continuo de Alpine por explorar nuevas fronteras creativas. Alpine no solo se dedica a la innovación automovilística, sino que también busca potenciar la creatividad en el arte.