En España, el 81% de los vehículos disponibles en el mercado ofrecen un nivel de autonomía de circulación SAE 2. A pesar de que las marcas tienen la capacidad tecnológica para proporcionar un nivel SAE 3, la falta de un marco regulatorio adecuado frena el avance de estos sistemas en nuestras carreteras y ciudades. Esta situación ha sido expuesta en la 3ª edición del Barómetro sobre Vehículo Conectado y Autónomo, que resalta las limitaciones actuales y los pasos necesarios para avanzar hacia una movilidad más segura y eficiente.
Desafíos para la implementación de la autonomía
Marco regulatorio insuficiente
España se enfrenta a un desafío importante: la necesidad de implementar un marco regulatorio que permita la circulación de vehículos altamente automatizados. Actualmente, la situación normativa es un obstáculo que limita la capacidad de los fabricantes para ofrecer vehículos con niveles de autonomía más elevados. Aunque se ha avanzado en tecnologías de automatización, la regulación necesaria para su comercialización aún está pendiente, impidiendo que vehículos con niveles SAE 4 o SAE 5 puedan transitar legalmente.
Expectativas de las marcas
El Barómetro destaca que los fabricantes de automóviles están preparados para avanzar hacia la producción de vehículos con una autonomía más elevada. El sector de turismos y autobuses se sitúa a la vanguardia de estas tecnologías, con un nivel de autonomía potencial de 3,1 sobre 5. Sin embargo, los vehículos comerciales y los industriales se encuentran en una fase menos avanzada; los vehículos ligeros podrían alcanzar un SAE 2 o 3, pero existe un 30% de la oferta comercial que podría llegar aún más lejos.
Avances en tecnología y seguridad
La implementación de sistemas de asistencia
Desde el 7 de julio, se ha hecho obligatoria la inclusión de sistemas de asistencia a la conducción (ADAS) en todas las nuevas matriculaciones. Esto incluye tecnologías como:
- Frenado de emergencia avanzado (AEB)
- Mantenimiento de carril (ELKS)
- Asistente de velocidad inteligente (ISA)
El logro de estos avances ha sido significativo, permitiendo un notable progreso en la seguridad de los pasajeros y peatones, lo que a su vez potencia la percepción de la movilidad autónoma.
La estrategia de conectividad
El Barómetro también pone de manifiesto que, tanto en vehículos ligeros como en comerciales, los esfuerzos de conectividad se centran principalmente en aspectos de seguridad. La información sobre mantenimiento y el estado de seguridad del vehículo son primordiales, con más del 80% de los modelos que ofrecen estas funcionalidades. Esto refleja un compromiso creciente para mejorar la seguridad mediante la integración de tecnologías avanzadas.
Proyecciones a futuro: Necesidades y oportunidades
Preparativos para el reglamento de circulación
La Dirección General de Tráfico (DGT) está trabajando en la elaboración de un nuevo reglamento de circulación que, según se prevé, podría entrar en vigor a principios de 2025. La implementación de este marco legislativo es fundamental para alinear la normativa con las capacidades tecnológicas actuales de los vehículos, permitiendo así el desarrollo y la comercialización de sistemas de conducción altamente automatizados.
Potencial del vehículo conectado
El director de Anfac, José López-Tafall, destaca que el vehículo autónomo y conectado representa una oportunidad de gran valor para España, y que el país está a un paso de capitalizar todo su potencial. La evolución hacia un marco normativo similar al que ya existe en otros países, como EE.UU. o algunas naciones europeas, es crucial para hacer de la conducción autónoma una realidad palpable y accesible.