El tercer GP de Qatar llega con la fama adquirida del pasado año como una de las carreras físicamente más demoledoras en la historia de la Fórmula 1. A lo que se añadió el inesperado problema con los neumáticos de Pirelli, cuyas carcasas sufrían con la interacción de los singulares pianos de este trazado. Con la última carrera esprint de la temporada, mejor guion imposible para la resolución del segundo título de 2024 que se va a disputar estas dos últimas citas a cara de perro.
Seis pilotos de McLaren, Ferrari y Red Bull luchan contra excepto sus compañeros de equipo. 53 puntos separaban al británico del austríaco. Con un total de 59 en juego en Losail por la última carrera esprint y la vuelta rápida el domingo.
24 separan a McLaren de Ferrari. Aunque si Piastri y Norris dejan Losail con 44 de ventaja, el equipo papaya logrará su primer título en 26 años. De lo contrario, el italiano se jugaría sus opciones en Abu Dabi para cosechar el primero desde 2008.
De Red Bull poco se espera de mantener Pérez el rendimiento de las últimas carreras. «Tenemos una montaña que escalar en el campeonato de Constructores, pero nunca nos rendiremos. Max obviamente ha estado brillante en lo que va de año, pero necesitamos que Checo esté puntué en las próximas carreras para tener alguna posibilidad”, recordaba Christian Horner el pasado jueves.
Virtudes de unos, problemas para otros
El trazado del GP de Qatar se antoja a priori uno de los mejores para el MCL38 del calendario. Al menos, así se desprende desde McLaren, como también fue el caso el pasado año. Sexto Norris y un puesto por detrás Piastri en Las Vegas, sus zonas rápidas, intensas frenadas y curvas lentas se atragantaron al monoplaza británico, acogotado por el graining. Aquí el escenario es radicalmente diferente.
Un graining que también se espera este fin de semana, aunque con temperaturas muy diferentes y configuración distinta del trazado. Aunque los últimos grandes premios han recordado uno tras otro la dificultad para cualquier pronóstico previo. Que pregunten en Mercedes, con un doblete totalmente inesperado para el equipo alemán en Las Vegas.
Las virtudes de McLaren en Losail serán los defectos del SF24 en este circuito del GP de Qatar, de creer a Sainz y Leclerc, que vienen avisando sobre, teóricamente, el peor trazado para su monoplaza en este intenso triplete final.
“Pasamos del frío del desierto de Las Vegas, donde redujimos a 24 puntos la diferencia con McLaren en el campeonato, al clima mucho más cálido de Losail”, explicaba Fred Vasseur sobre las perspectivas de su equipo. “Además del cambio de temperatura, el trazado no podría ser más diferente, pasamos de un circuito con curvas en ángulo recto y largas rectas a uno con muchas curvas rápidas, lo que, sobre el papel, no favorece nuestras virtudes”.
“Siempre pasa lo mismo con nosotros”
Por su parte, Carlos Sainz y Charles Leclerc llegaban al GP de Qatar con el ambiente limpio y aclarado tras el polémico desfogue por la radio del monegasco tras la carrera, en el que acusaba al español de falta de lealtad hacía él y su equipo al adelantarle en los compases finales de la carrera.
«Siempre pasa con nosotros, tenemos algunos malentendidos, sobre los que hablamos bastante y nos sentimos muy frustrados. Después de un par de días ves todo con un poco más de perspectiva y, al darte un poco de tiempo para analizar las cosas, comprendes que cuando hablas puedes entenderlas y dejarlas atrás”, explicaba el español el jueves, en rueda de prensa previa al GP de Qatar.
«Es lo que hemos tenido que hacer durante cuatro años, porque siempre compartimos el mismo trozo de asfalto, siempre estamos peleando entre nosotros en la pista, porque conducimos el mismo coche, tenemos el mismo ritmo, y hemos pasado por esto tantas veces que sabemos cómo hablar y luego superarlo”.
“A veces sigo viendo en las redes sociales que la gente cree que no es cierto, que todo son relaciones públicas. Me decepciona porque a veces la gente no puede entender que tenemos una relación profesional, y en esa relación profesional pasamos por altibajos y, por muy competitivos que seamos, siempre habrá algunos problemas en el camino”, repetía Sainz, incluso más vehemente que su compañero para explicar la situación tras la última carrera.
“Tenemos una relación personal y, por mucho que la profesional pase por altibajos, la personal siempre ha sido muy, muy buena. Es uno de esas personas que sé que, en el futuro, cuando no esté en la Fórmula 1, miraré hacia atrás y diré que me alegro de haberle conocido, de haber corrido con él y de haber corrido con él”.
“Puedes conservar muchos buenos recuerdos con él. En estos cuatro años en Ferrari he disfrutado cada momento con él, incluso los más difíciles, por muy difíciles que hayan sido, estoy bastante seguro de que dentro de 20 o 30 años me reiré de ellos y miraré hacia atrás, y estaremos orgullosos de lo que hemos logrado juntos”.
“Nos conocemos desde hace mucho tiempo”
“Tengo una muy buena relación con Carlos”, coincidía el monegasco en la rueda de prensa oficial del GP de Qatar. “A veces me he excedido, y otras veces él lo hizo y entonces solo requiere una discusión entre nosotros dos. Nos miramos a los ojos, y nos conocemos desde hace mucho tiempo y nos entendemos muy, muy rápidamente. Entonces no tengo dudas”.
El monegasco reafirmaba la sintonía de ambos para luchar por el difícil objetivo de arrebatar el liderazgo a McLaren en los dos grandes premios restantes. “A veces necesitamos este tipo de cosas para resetear un poco y no tengo dudas de que, ante las dos últimas carreras de la temporada no habrá ningún problema ni nada parecido. “Sabemos que una oportunidad como esta (ganar el título) no ocurre muy a menudo, y tenemos que hacer absolutamente todo lo posible por ambos lados para intentar ganarla”.
“Me fui con ganas del coche”
Para Fernando Alonso, las ultimas carreras consisten tan solo en dejarse caer por el tobogán para terminar una decepcionante temporada ante el rendimiento de un AMR24 que no ha puntuado en las últimas cuatro carreras. Fernando Alonso no lo ocultaba al empezar el GP de Qatar.
Sin embargo, el asturiano había dejado Las Vegas con una sonrisa y la impaciencia por subirse de nuevo a su monoplaza tras el trabajo de puesta a punto y pruebas de su equipo el pasado fin de semana
“En Las Vegas fue muy difícil entender el coche, las bajas temperaturas, y conseguir adherencia, la confianza, la alta velocidad con los muros tan cerca, pero en las vueltas del domingo, de camino a la parrilla, el coche estaba más vivo, ganamos posiciones en carrera, y estábamos más contentos”, explicaba el asturiano, también en la rueda de prensa oficial, “y me fui con ganas del coche y de volver a intentarlo, y mañana en los primeros libres estaré muy contento”.
“No hemos tenido éxito”
Alonso también hacía balance de una temporada que fue de más a menos, lo que dejaba una sensación ambivalente. “Tenemos una alta probabilidad de acabar quintos, que no es donde queremos estar. Pero siento que hay una percepción de que hay muchos equipos que han hecho un mejor trabajo este año, cuando están muy detrás de nosotros, depende de cómo empieces o termines”, reflexionaba el asturiano.
“Cuando empiezas la temporada fuerte y terminas con más dificultades, tienes la sensación de una temporada mediocre. Cuando lo haces al revés, te sientes de manera muy distinta si has terminado en un buen estado de forma”, explicaba el asturiano sobre la involución de su equipo esta temporada.
“No estamos donde queremos estar, pero solo hay cuatro equipos más contentos que nosotros, no nueve”. En todo caso, Alonso espera que su equipo haya recogido tan duras experiencias como base de evolución para 2025. “Las dificultades nos han enseñado muchas lecciones que aplicaremos al coche del año que viene, y creo que va a ser el aspecto más positivo en esta segunda parte de la temporada. No hemos tenido éxito en aportar rendimiento al coche. Si entendemos bien por qué tenemos esas dificultades, y lo aplicaremos para 2025”.
De momento, Fernando Alonso logró su primer podio en Losail tras su retorno a la Fórmula 1 con Alpine. Los tiempos han cambiado. Hoy, los puntos tienen sabor a victoria.