Desde su invención en los años 70, los neumáticos M+S (Mud & Snow) han sido un recurso confiable para circular en condiciones adversas. Su diseño acanalado mejoró significativamente la tracción en superficies resbaladizas, consolidándose como una solución versátil frente a la nieve y el barro. Sin embargo, una reciente amenaza normativa su hegemonía en las carreteras europeas y podría impactar a muchos conductores españoles que dependen de ellos, especialmente durante el invierno.
1Adiós al clásico M+S
Durante décadas, los neumáticos M+S han permitido a los conductores circulares en zonas montañosas sin necesidad de cadenas. La DGT incluso autoriza su uso en situaciones donde las cadenas metálicas o textiles eran antes imprescindibles. Pero ¿qué ha cambiado? A partir de noviembre de 2024, muchos países europeos han comenzado a exigir la certificación 3PMSF (Three Peak Mountain Snowflake), representada por un icono de tres picos con un copo de nieve, como estándar para neumáticos de invierno.
Este cambio normativo responde a la necesidad de incrementar la seguridad vial en condiciones extremas. Aunque los M+S ofrecen cierta capacidad en nieve y barro, no cumplen con los estándares más rigurosos en adherencia y frenado que proporciona el 3PMSF. En países como Francia y Alemania, los neumáticos M+S fabricados antes de 2018 ya no serán legales en invierno, y circular con ellos podría resultar en multas significativas.