Una vez más BMW y Kith vuelven a unir sus caminos para confeccionar un automóvil único en el mundo. Tan único como que este es uno de los apenas 453 BMW M1 que la firma de Múnich llegó a construir entre los años 1978 y 1981 prácticamente de forma totalmente artesanal. Una unidad debidamente personalizada por la firma de moda que tiene su cuartel general en Nueva York y bajo el estricto control de su fundador, Ronnie Fieg.
Precisamente fue el propio Fieg quien acudió al equipo de personalización de BMW, y a sus sabios consejos, para dar vida a este impresionante BMW M1. Una verdadera joya cuya carrocería ahora luce un brillante e ilustre color que lleva el nombre de Techno Violet, tonalidad que también se conoce dentro de la firma alemana con el código 299 y que debutó en el legendario M3 de la generación E36.
Del BMW M1 solo se construyeron 453 unidades en tres años
Aparte de ese color que le sienta de maravilla a la escultural carrocería del BMW M1, el resto de su exterior se ha mantenido tal cual salió de fábrica esta unidad allá por el año 1981. Todo salvo la llegada del emblema ‘Kith’ que luce en la cubierta del motor, colocado en la parte trasera de este legendario superdeportivo.
Como no podía ser de otra manera, los maestros de Kith también han trabajado en el habitáculo del primer vehículo firmado por BMW M. Precisamente estos últimos han cedido su sensacional cuero Merino utilizado por BMW Individual y teñido en color gris para vestir absolutamente hasta el último centímetro cuadrado del interior de este BMW M1. Para aportar su toque diferenciador, el monograma ‘Kith’ se ha plasmado en la parte central de sus asientos, en los paneles de las puertas, en la mampara que separa el motor y hasta en los refuerzos de sus exclusivas alfombrillas.
La mecánica se conserva intacta, como debe ser
Esta obra de arte se ha centrado exclusivamente en la personalización del exterior y del interior, de manera que tan singular BMW M1 conserva inalterada su mecánica. Cosa que por otro lado no tiene nada de malo. Y es que el primer BMW M de la historia esconde en su parte central el ilustre motor M88, un bloque atmosférico con 3.5 litros y seis cilindros en línea que entrega 277 CV de potencia a 6.500 rpm, así como 330 Nm de par motor a 5.000 rpm. Semejantes cifras son enviadas a sus dos ruedas traseras por medio de un cambio manual de 5 velocidades y firmado por el especialista alemán ZF.
No eran unas cifras dignas de alabanza, pero el BMW M1 apenas pesaba 1.300 kilos, lo que le permitía ofrecer una agilidad sin parangón, además de que podía acelerar de 0 a 100 km/h en 5,6 segundos o alcanzar una velocidad punta de 265 km/h. Lo que sin duda eran unas cifras brillantes para tratarse de un deportivo con 46 años de historia.