El Alfa Romeo Junior Ibrida es un SUV compacto disponible con sistemas de propulsión híbridos ligeros o eléctricos, con tracción delantera o total. Y sí, está llamado a convertirse en el modelo más popular de Alfa Romeo. Además, el objetivo es que el 80 % de sus ventas corresponda a la versión híbrida que acabamos de tener ocasión de probar por primera vez.
Ya nos habíamos puesto a los mandos del Alfa Romeo Junior Elettrica de tracción delantera y motor eléctrico de 156 CV, y ahora hemos podido conducir la versión que acaparará el grueso de las ventas. Disponible en dos acabados, el Junior híbrido ofrece siempre 136 CV, pero nos ha demostrado cómo un sencillo juego de asientos tipo baquet con mullido duro puede cambiar netamente la percepción que tenemos de un vehículo.
Probamos el Alfa Romeo Junior Ibrida
En un primer recorrido, conducimos un Alfa Romeo Junior Ibrida con acabado estándar. Se trata de un vehículo bien equipado, con faros LED, levas para el cambio tras el volante, acceso y arranque sin llave, conexiones USB A y C, pantalla central de 10,1’’, Android Auto y Apple CarPlay inalámbricos y llantas de aleación de 17’’, entre otros elementos.
Su sistema híbrido, común con otros modelos de Stellantis, desarrolla 136 CV, que en la práctica cunden mucho más de lo que reflejan las frías cifras, ya que el motor eléctrico sale a echar un cable al térmico si pisamos ocasionalmente a fondo el pedal del gas, ofreciendo una buena aceleración sin apenas latencia.
El Ibrida ofrece un buen tacto al volante, con una dirección suficientemente rápida y un amplio radio de giro, lo que tiene especial mérito si pensamos que bajo el capó hay un conjunto de motor de gasolina, cambio automático y motor eléctrico montado todo ello en posición transversal.
Como de costumbre, el funcionamiento del cambio es ejemplar, tanto si se usa en modo automático como si decidimos gestionar los cambios de modo manual secuencial con las levas. Las suspensiones ofrecen un perfecto compromiso entre confort y estabilidad, los frenos muestran buen mordiente y, en general, no hay nada que nos moleste dinámicamente… ni nada que nos enamore, hasta que nos subimos al Junior Ibrida Speciale.
El Junior Ibrida Speciale o la importancia de los detalles
Con este acabado, las llantas pasan a ser de 18’’, lo que supone el montaje de neumáticos de menor perfil. Esto, por sí solo, no es un gran cambio, pero lo cierto es que la vida se ve, más bien, “se siente” de manera diferente en cuanto te dejas caer en sus muy recomendable baquets opcionales Sabelt de mullido muy firme y pétalos igualmente robustos. Y es que, más allá de la estética, los asientos de corte deportivo te conectan al vehículo de una manera mucho más directa.
El acabado Speciale se distingue también por la parrilla, las taloneras, el tintado de los cristales, el portón manos libres, el volante de cuero natural, el navegador nativo, un equipo de audio mejorado, iluminación ambiental interior y una toma USB-C para las plazas traseras.
No son grandes cambios, pero solamente reduciendo la deriva del neumático y sobre todo, reduciendo la “amortiguación” de los asientos, el coche se siente más dinámico, más preciso… más Alfa. Por lo demás, ambos acabados ofrecen las mismas prestaciones y la misma habitabilidad, que es algo justa para las plazas traseras pero a cambio nos permite disponer de un buen maletero de 400 litros, que no está nada mal para un automóvil de 4,17 metros de longitud.
A todo esto, el precio oficial del Alfa Romeo Junior Ibrida es de 29.000 euros, que pueden rebajarse a 28.147 euros si se adquiere on-line. Con el acabado Speciale, el compacto italiano está disponible a partir de 31.000 euros. Los asientos deportivos Sabelt (tapizados en cuero y Alcantara) tienen un sobreprecio de unos 2.500 euros, mientras que el pack en el que se agrupan interesantes mejoras como los faros LED matriciales o los sensores de aparcamiento obligará a desembolsar en torno a 1.500 euros adicionales.
