La primera vez que hablamos de Tolman fue a finales de 2023, con motivo de la extraordinaria restauración de un Peugeot 205 GTI 1.6, bautizado como Tolman Edition. Ahora, este preparador británico ha revelado el último encargo de un cliente, ni más ni menos que un Mini Cooper S Mk II del año 1968. Hasta la fecha, es el coche más pequeño que Tolman ha restaurado.
Fundada en 2007 por Chris Tolman, que trabajó durante más de una década para el Campeonato Británico de Turismos (BTCC) y el Campeonato Mundial de Rallyes (WRC), Tolman está especializada en la preparación, restauración, mantenimiento y mejora de coches de calle y de competición, tanto contemporáneos como históricos. Por el momento, su obra maestra es el restomod del Peugeot 205 GTI, el primero de una gama de autos que llevarán el sello ‘Tolman Edition’.
El lema de Tolman, que busca crear coches que respeten tanto el aspecto como las sensaciones de conducción propias de la época en la que fueron concebidos, llamó la atención de este entusiasta de Mini. Después de haber utilizado el coche durante más de una década, recurrió al preparador con sede en Warwickshire para crear un Mini que pudiera disfrutar como conductor diario con todo el encanto del original, pero con menos de los inconvenientes de un coche de 56 años.
El Tolman Mini fue un proyecto minucioso
El proyecto, que duró 12 meses, comenzó como lo hace cada coche Tolman, con un desmontaje completo del interior y la mecánica. La tradicional suspensión hidroelástica del Mini se ha sustituido por tirantes ajustables KAD y amortiguadores Bilstein, lo que garantiza que el Mini siga siendo cómodo pero eficaz en las impredecibles carreteras secundarias británicas. Es totalmente ajustable y se puede configurar para adaptarse a las necesidades de su propietario, que incluirán la conducción nacional y los desplazamientos diarios habituales.
Al igual que en la época del Cooper S MkII, conserva los frenos de disco delanteros con tambores traseros, mientras que las líneas de freno ATEC CNC, probadas por Tolman en competición, proporcionan una sensación más consistente. Respecto a los neumáticos, se ha optado por montar unos Dunlop Aquajet, con diseño de la época, con 145 milímetros de sección en llantas de 10 pulgadas.
Cabe destacar que Tolman prácticamente ha duplicado la potencia del motor de este Mini respecto al original, con 90 CV para un peso de tan solo 685 kilogramos, su conducción es mucho más viva que en el modelo original. El equipo decidió no optar por un diferencial de deslizamiento limitado, que haría que el coche fuera más ágil en las curvas, aunque restaría valor a la experiencia original. Lo mismo ocurre con la renovada caja de cambios, en la que se mantuvo la configuración de cuatro velocidades para darle autenticidad.
El motor se ha reconstruido por completo y ahora se beneficia de la inyección de combustible, una característica que no era estándar en los Mini hasta 1991. La caja de la batería en el maletero ahora alberga el sistema de combustible con un depósito, un retorno de bomba de alta presión y una bomba de elevación perfectamente integrados. Con el regulador alejado del motor, solo una línea de combustible llega al compartimento, manteniendo la apariencia original.
En el habitáculo es donde más se ha optado por la modernización para ofrecer la máxima tecnología y comodidad a su propietario, con elementos como la conexión Bluetooth para dispositivos móviles. Además, el tradicional cuadro de mandos se ha reemplazado por uno digital, que ofrece muchísima información sobre el funcionamiento de la mecánica.
En la restauración se conservaron muchas piezas originales, incluido el acabado brillante, el revestimiento del techo y el esquema de pintura Tartan Red con techo negro. El cuero reemplaza el vinilo de los asientos y el techo solar Webasto de repuesto se ha renovado.
Con el Mini entregado a su propietario a tiempo para Navidad, Tolman ahora mira hacia 2025 y más encargos únicos, entre los que se incluyen dos iconos de los años 80 y cuatro nuevos Peugeot 205 GTi Tolman Edition en construcción.
