La autovía A-5, también conocida como la Autovía del Suroeste, conecta Madrid con Extremadura y, finalmente, con la frontera portuguesa. Su importancia estratégica como una de las principales vías de comunicación en España también la convierte en una carretera de alto tránsito, lo que la hace prioritaria para los controles de tráfico. La Dirección General de Tráfico (DGT) ha instalado en ella varios dispositivos para garantizar la seguridad vial y reducir los accidentes relacionados con el exceso de velocidad y las distracciones al volante.
1Un recorrido controlado: los radares fijos en la A-5
En la A-5, se han ubicado un total de 13 dispositivos de control de velocidad, de los cuales 9 son radares fijos distribuidos en distintas provincias. Estos radares se encargan de monitorear el cumplimiento de los límites de velocidad establecidos, que varían según el tramo de la vía.
En la provincia de Madrid, encontramos los primeros controles:
- Km 12,532 : Con un límite de 90 km/h, este radar está estratégicamente ubicado para controlar la velocidad en las cercanías de la capital.
- Km 23,004 : Aquí el límite sube a 120 km/h, adaptándose a un tramo de mayor fluidez.
En Toledo, los radares se concentran en puntos de tránsito especial:
- Km 139,459 : Este radar controla ambos sentidos de circulación con un límite de 120 km/h, adecuado para tramos interurbanos.
En Cáceres, los dispositivos se encuentran en zonas clave:
- Km 179,125 y Km 183,82 : Ambos con límites de 120 km/h, se encargan de supervisar la velocidad en una de las zonas más transitadas de la provincia.
Por último, en la provincia de Badajoz, los controles se intensifican:
- Km 332,72, Km 366,765 y Km 379,02 : Todos fijados en 120 km/h, garantizan el cumplimiento de la normativa en el tramo más occidental de la autovía.