Villancicos, luces, regalos… y ese deseo incontrolable de llenar de espíritu festivo todo a nuestro alrededor. La Navidad trae consigo muchas tradiciones. Pero, ¿y si te dijéramos que convertir tu coche en un trineo navideño puede costarte más de lo que imaginas?
Lo que parece una inocente y divertida forma de celebrar las fiestas podría terminar en una multa de hasta 500 €. En ese artículo, te explicamos por qué la ley pone freno a esta peculiar tendencia y cómo evitar que el espíritu navideño te salga caro.
1Cuando la Navidad se pasa de decorativa
La Navidad es una época mágica. Las luces y adornos transforman calles, hogares e incluso oficinas. Pero, ¿qué ocurre cuando esa creatividad llega a los coches? Convertir tu vehículo en el trineo de Papá Noel, con cuernos de reno, narices rojas o incluso pequeños árboles navideños, parece divertido, pero puede salirte muy caro.
Según el Reglamento General de Vehículos, esta práctica se considera una infracción grave si los adornos afectan la visión del conductor o representan un peligro en la carretera; y la multa puede alcanzar los 500 €. Por más que tu coche transformado en el transporte de Santa sea muy chulo, casi mejor dejar la decoración para otros ámbitos.