La legendaria casa británica Jaguar está comenzando a dibujar su futuro, marcado por una nueva generación de vehículos eléctricos que ha ido desvelando en compañía de una más que cuestionada campaña de relanzamiento. Sin embargo, hubo momentos mucho más espléndidos para la marca, como cuando decidieron crear vehículos tan extraordinarios como el Jaguar XJ220 a comienzos de los años ‘90. Y es que se trataba de un superdeportivo con el que la compañía británica consiguió hacerse su espacio y pasar a la historia por ser capaz de desafiar a legendarias criaturas como los Bugatti EB110 o McLaren F1.
No cabe duda de que el Jaguar XJ220 es uno de los superdeportivos más ilustres de todos los tiempos, en el cual ahora el diseñador independiente Khyzyl Saleem ha puesto su punto de mira. Tanto que ha concebido en el mundo digital esta auténtica maravilla de la ingeniería que permite saber cómo sería este superdeportivo británico si hubiera nacido hoy. Aunque viendo el Type 00 desvelado hace unas semanas, igual no hubiera sido así. Tanto como que a día de hoy el Jaguar XJ220 no hubiera existido.
Se fabricaron solo 275 unidades del Jaguar XJ220
No es la primera vez que hablamos del diseñador Khyzyl Saleem, quien además no es ajeno a la hora de reinterpretar clásicos modelos de la casa británica. Tanto es así que es la persona que se encuentra detrás del diseño del impresionante TWR Supercat, un sensacional restomod que toma como punto de partida un clásico Jaguar XJS. Pero a diferencia de esta última maravilla, de la que se van a construir 88 unidades de forma artesanal, este Jaguar XJ220, que además se ha bautizado con el nombre de KS220, parece ser un trabajo en tiempo libre que jamás verá la luz como una criatura de producción.
Según apunta el propio Saleem, su idea era crear algo que ‘siga siendo reconocible, pero diferente por derecho propio’. De ahí que se hayan conservado la mayor parte de las piezas que dan forma a la carrocería del Jaguar XJ220, aderezadas con otras que permiten acercar su diseño al Siglo XXI, como son unos pasos de rueda más anchos, unos nuevos paragolpes (el delantero con nuevas tomas de refrigeración y nuevas luces diurnas LED) o un enorme alerón posterior fabricado en fibra de carbono.
Una criatura que solo existe en el mundo digital
Saleem también ha reemplazado los clásicos pilotos traseros que se pidieron prestados a Rover por unos mucho más modernos y con tecnología LED, que casan a la perfección con el difusor posterior de fibra de carbono o con los enormes terminales del sistema de escape que luce este actualizado Jaguar XJ220 que también guarda algún parecido razonable con el futurista C-X75, un deportivo que debería haberse convertido en el sucesor espiritual de este legendario superdeportivo de haber llegado a la producción.
Para rematar la jugada, Saleem ha instalado unas nuevas llantas que tienen bloqueo central y que se han calzado con neumáticos de altas prestaciones, donde los traseros serán los encargados de transmitir sus cifras al asfalto. Cifras que no parecen verse alteradas respecto a las originales, porque este proyecto solo se ha centrado en la estética. De ahí que se debería conservar el mítico corazón 3.5 V6 Biturbo que utilizaron todos los Jaguar XJ220. Motor que finalmente se empleó como alternativa al V12 original que tenían pensado instalar en semejante criatura que nació gracias a la colaboración con la legendaria compañía Tom Walkinshaw Racing (TWR).
El Jaguar XJ220 llegó a ser el coche de calle más rápido del mundo
No fue nada alarmante, porque ese corazón generaba 550 CV de potencia a 7.200 rpm, además de 644 Nm de par motor a 4.500 rpm. Cifras que le permitían alcanzar unas impresionante prestaciones, como quedó claro al convertirse en el vehículo de producción más rápido sobre la faz de la tierra al marcar una velocidad punta de 217 millas por hora (349 km/h). Cifra impresionante para hablar de comienzos de los años ‘90. Porque el Jaguar XJ220, del que solo se fabricaron 275 unidades, estuvo fabricándose entre 1992 y 1994. Pero antes, allá por 1991, una unidad de pruebas marcó un tiempo en Nürburgring de 7 minutos y 46,39 segundos. Puede parecer un mundo a día de hoy, pero retrocede 34 años en el tiempo para darte cuenta de lo que eso significaba. Poniendo en una posición privilegiada del mapa a esta legendaria compañía británica que hoy mira a un controvertido futuro con las pilas cargadas.