La etiqueta ECO de la Dirección General de Tráfico (DGT) es cada vez más codiciada, especialmente ante la expansión de las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) en las principales ciudades de España. Estas áreas restringen la circulación de vehículos más contaminantes, afectando a aquellos que no poseen distintivos ambientales favorables.
Sin embargo, no todo está perdido para los conductores de coches diésel. Por menos de lo que cuesta un Seat Ibiza de segunda mano, es posible transformar un coche diésel convencional en un vehículo con etiqueta ECO. Esta solución asequible y práctica promete ser una alternativa para quienes no desean cambiar de coche pero necesitan adaptarse a las exigencias medioambientales.
1Cómo funciona la transformación
El secreto para convertir un coche diésel en ECO está en la instalación de un kit de adaptación que permite al motor funcionar con una mezcla de gasóleo y gas. Este sistema, conocido como diésel-gas, es un híbrido que reduce las emisiones contaminantes y optimiza el consumo del vehículo.
El proceso de instalación es relativamente sencillo y no requiere modificaciones invasivas en el motor. Una vez instalado, el vehículo puede circular tanto con gas como con diésel, logrando una significativa reducción en las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) y partículas. Esto cumple con los requisitos para obtener la preciada etiqueta ECO de la DGT.
