Las plazas de aparcamiento reservadas para personas con movilidad reducida (PMR) no son un lujo, son una necesidad imprescindible para garantizar su movilidad y autonomía. Sin embargo, muchos conductores siguen ignorando su finalidad y deciden estacionar en ellas sin autorización. ¿El resultado? Una multa que no solo te dolerá en el bolsillo, sino que también refleja una grave falta de civismo. Si alguna vez has pensado en aparcar en una de estas plazas “solo por unos minutos”, sigue leyendo: podrías reconsiderarlo.
1¿Cuál es la multa por estacionar en una plaza PMR?
La sanción por estacionar en una plaza reservada para personas con movilidad reducida está regulada como una infracción grave en la normativa de tráfico. La multa mínima es de 200 euros, pero esta cantidad puede incrementarse según el municipio en el que te encuentres. Por ejemplo, en grandes ciudades como Madrid o Barcelona, la sanción puede alcanzar los 500 euros, especialmente si el ayuntamiento aplica recargos para reforzar la concienciación sobre este tema.
Además, no es solo el dinero de la multa lo que debes considerar. En muchos casos, tu coche puede ser retirado por la grúa municipal. El coste de recuperar tu vehículo incluye el pago del servicio de grúa y las tarifas correspondientes por el tiempo que permanezca en el depósito. En total, el gasto final puede superar con creces los 300 o 400 euros, dependiendo de la rapidez con la que actúes.