El invierno tiene un efecto notorio sobre los automóviles, y no hay duda de que el frío hielo, afecta de forma directa a la seguridad en las carreteras. A medida que las gélidas temperaturas caen y las noches se alargan, los conductores se enfrentan a un problema común: los parabrisas congelados. Aunque parece una tarea sencilla, el proceso de descongelar la luna del coche puede resultar ser un verdadero desafío, y si no se hace de manera adecuada, puede terminar dañando el vehículo.
Ante estos escenarios, la Guardia Civil ha tomado la iniciativa de compartir recomendaciones sobre cómo hacerlo correctamente a través de X (la antigua Twitter). Si alguna vez te encuentras en la situación de tener que despejar el hielo de tu coche, estas recomendaciones pueden ser esenciales para garantizar la seguridad tanto del vehículo como del conductor.
1El riesgo de aplicar agua caliente al parabrisas
La imagen de un conductor vertiendo agua caliente sobre el cristal congelado para retirar el hielo es bastante común, pero este acto, aparentemente simple, puede tener consecuencias devastadoras para el vehículo. Según los expertos, al aplicar agua caliente al cristal congelado, se crea un contraste de temperaturas tan extremo que puede provocar la ruptura de la luna del coche, una avería costosa y, en algunos casos, irreversible.
La razón detrás de este fenómeno es la física: el vidrio se expande y contrae a medida que cambia de temperatura. Al agregar agua caliente sobre el cristal helado, el material no tiene tiempo para adaptarse al cambio, lo que puede llevar a grietas o incluso a la fractura total del parabrisas.
Por lo tanto, la Guardia Civil desaconseja enfáticamente este tipo de práctica. En su lugar, existen métodos mucho más seguros y efectivos para lidiar con el hielo en el parabrisas sin poner en riesgo la integridad del vehículo.