Seguro que conoces esa sensación: regresas a tu coche tras un día largo, y ahí está. Una pequeña abolladura o una rayadura en la carrocería que antes no estaba. Pero en vez de indignarte, encuentras una nota bajo el limpiaparabrisas. «Lamento el golpe. Llámame al 654 123 456 para resolverlo.» ¿Honesto, verdad? Pues no siempre. Esta situación, que podría parecer un acto de responsabilidad, es en realidad la puerta de entrada a una estafa que está poniendo en jaque a conductores en todo el país.
1El fraude que juega con tu confianza
En los últimos meses, los delincuentes han perfeccionado esta artimaña que mezcla pequeños daños premeditados con una dosis de manipulación digital. El truco es simple: golpear o rayar un coche estacionado y dejar una nota para aparecer como conductor responsable. Cuando el propietario llama al número, se encuentra con alguien dispuesto a solucionar el problema, incluso ofreciendo contactar a su aseguradora para gestionar la reparación. Pero no te dejes engañar. Este falso «culpable» tiene un objetivo claro: llevarte hacia un enlace fraudulento donde tu información personal se convierte en su botón.
