El cambio de inquilino en la Casa Blanca ha motivado que el estado de California no siga adelante con sus innovadoras normativas para camiones de cero emisiones y cuyo objetivo era la eliminación gradual de este tipo de vehículos de la actividad del sector del transporte.
Durante mucho tiempo, el Estado de California ha sido pionero en la implantación de normativas medioambientales proclives al desarrollo de la movilidad cero emisiones con el firme objetivo de limpiar la grave contaminación del aire existente en su territorio y combatir el cambio climático. Para ello, la gran mayoría de sus normativas tendían a favorecer el uso de vehículos eléctricos en perjuicio de los vehículos dotados con motores de combustión.
Eliminación gradual de los camiones diesel para 2036
La última de estas normativas era la denominada de flotas limpias avanzadas, mediante la cual los legistadores del estado de California buscaban conseguir la eliminación gradual de la circulación de camiones impulsados por motores diesel. Se trata de una de las normativas de mayor alcance y de las que mayor controversia han creado en California durante los últimos años para reducir la contaminación del aire y los efectos de los fases de efecto invernadero.
Esta ley tenía como objetivo el prohibir la venta de camiones y locomotoras impulsados por motores térmicos de combustibles fósiles para el año 2036, al tiempo que exigía a las grandes empresas de transporte la transformación de sus flotas de vehículos tanto medianos como pesados para el transporte tanto de mercancías como de personas para el año 2042, exigiendo la completa sustitución de su vehículos con motores ICE por otros nuevos dotados con motores eléctricos o de hidrógeno.
Esta normativa fue aprobada por el Congreso de California en 2022, tras numerosos aós de análisis, audiencias públicas y debates tanto con la industria del automóvil y del sector del transporte como con todo tipo de expertos. Se trataba de una de las normas más agresivas y controvertidas en materia medioambienta jamás adoptada por el estado de California, tras haber sido promovida por la Junta de Recursos del Aire del citado estado norteamericano.
Acabar con el diesel en el transporte
La nueva normatíva perseguía acabar por completo con el absoluto dominio de los motores diesel en el transporte de mercancías, y con los potencialmente profundos efectos perniciosos que su uso produce sobre el medioambiente y la calidad del aire del estado norteamericano, así como también sobre la economía del mismo.
Desde las empresas de transporte, se venía requiriendo a las autoridades estatales californianas su no entrada en vigor así como la eliminación de la misma, hasta el punto de que muchas compañías del sector ya habían demandado al Estado para detener su aplicación adoptando como argumento principal el que no es viable exigir la implantación de camiones cero emisiones, dado que el cumplimiento de la citada normativa destruiría por completo la economía del Estado de California.
Una batalla legal que ya había trascendido el propio Estado de California y que se encontraba básicamente a expensas de que desde el Gobierno de los Estados Unidos se apoyara los postulados de una de las partes implicadas en el mismo. El cambio de la administración demócrata de Biden a la Republicana de Trump abre ahora las puertas a la cancelación de dicha normativa, aunque lo hace después de que la administración Biden aprobara recientemente el mandato de la Junta de Recursos del Aire de California tendente a eliminar gradualmente la venta y uso de nuevos automóviles con motores ICE y de otras cuatro normas para vehículos cero emisiones que aún están pendientes de aprobación por el Congreso del Estado de California.
La llegada de Trump al poder lo cambia todo
Así las cosas, la llegada de la nueva administración Trump a la Casa Blanca cambia por completo el panorama. El reelegido presidente norteamericano, ha venido amenazando durante la pasada campaña electoral con revocar o cuando menos impugnar las normativas relativas a los vehículos de cero emisiones y otras normas de aire limpio de California, Una “batalla” que estaba dispuesto a librar a escala nacional pero que, sin embargo ya no tendrá que librar, pues desde la propia Junta de Recursos del Aire de California se ha tomado la decisión de retirar la citada normativa dado que resultaba muy probable que la administración Trump no permitiera su implementación.
Al retirar sus solicitudes de aprobación de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, la administración está dando un paso atrás drástico mientras el estado se recalibra en previsión de la nueva era Trump.
California retira sus normativas
“California ha retirado sus solicitudes de exención y autorización pendientes sobre las que la EPA de EE.UU. aún no ha actuado”, dijo la presidenta de la Junta de Recursos del Aire, Liane Randolph, en un comunicado. “Si bien estamos decepcionados de que la EPA de EE.UU. no haya podido actuar sobre todas las solicitudes a tiempo, la retirada es un paso importante dada la incertidumbre presentada por la administración entrante que anteriormente atacó los programas de California para proteger la salud pública y el clima y ha dicho que seguirá oponiéndose a esos programas”.
Además, el estado de California retiró otras tres medidas, incluidas las que regulaban las emisiones de locomotoras, embarcaciones comerciales portuarias y estándares de motores de unidades de refrigeración.
En virtud de la Ley de Aire Limpio, el Congreso de los EE.UU. otorgó al Estado de California la capacidad única de establecer estándares propios que permitan regular en su territorio las emisiones de los vehículos, pero para ello la EPA federal debe otorgarle previamente a California una exención que les permita implementarlos.
Así las cosas, los funcionarios encargados de la calidad del aire en el Estado de California llevaban años esperando que la EPA de la administración Biden aprobrara las últimas cuatro normas que estaban pendientes, con la firme esperanza de que dichas aprobaciones se produjeran antes del cambio de Gobierno en EE.UU. Pero el tiempo se ha agotado y dicha aprobación no se ha producido, con lo cual las actuaciones de la EPA no se produjeron a tiempo previamente al cambio de administraciones.
La administración Trump no validará las normativas
Por ello, y ante la más que posible negativa de la administración Trump a validar tales leyes y apoyar su implementación, la Junta de Recursos del Aire de California ha decidido retirar las nuevas normativas y esperar nuevos tiempos más propicios para la aprobación e implantación de las mismas, Así, es incluso posible que, en adelante, la Junta del Aire se vea obligada a tener que recurrir a acuerdos voluntarios con fabricantes de motores, compañías de transporte y ferrocarriles.
“La Junta de Recursos Atmosféricos de California envió una carta el 14 de enero a la Agencia de Protección Ambiental de EE. UU., retirando su solicitud de exención anterior que habría obligado a una transición de camiones diésel a camiones de cero emisiones en el estado. Por su parte, la Agencia Federal de Medio Ambiente respondió a la solicitud de retirada de la Junta el mismo 14 de enero con la notificación de que no se tomarían nuevas medidas y que el asunto se consideraba cerrado.
Desde el sector del transporte se ha aplaudido la decisión de la Junta de Recursos del Aire de retirar estas normativas, aludiendo a que las mismas “eran prácticamente imposibles y demasiado costosas de cumplir”.
«La regla era sencillamente inalcanzable»
Para Eric Sauer, CEP de la Asociación de Camioneros de California“ la Regla Avanzada de Flotas Limpias era sencillamente inalcanzable”. Ahora, en palabras de Sauer, los camioneros “esperamos con interés la participación de todas las partes interesadas, incluyendo CARB y la EPA, para continuar los esfuerzos de la industria del transporte por carretera para reducir aún más las emisiones de una manera tecnológicamente viable y rentable que preserve nuestro estado y la cadena de suministro crítico de la nación”.
El líder republicano en la Asamblea, James Gallagher, ha afirmado que la retirada de la normativa “creo que es una gran noticia. Es bueno para todos”. En su opinión los expertos de la Junta del aire están ahora “ondeando la bandera blanca porque no pudieron conseguir que se aprobara la exención antes de que entrara la administración Trump”-Gallagher ha destacado “el papel integral que desempeñan los camiones en la entrega de muchos de los bienes de los que dependen los californianos”, al tiempo que manifestaba su “preocupación por que solo se permitieran los vehículos eléctricos, dado que los costos del trasporte aumentarían inevitablemente”
Según numerosos expertos del sector del transporte, “la red de recarga existente en todo el estado es inadecuada para los niveles de demanda actuales si las flotas se pasaran a la movilidad eléctrica” y también es preciso tener en cuenta que “la adquisición de camiones eléctricos pesados para su venta presenta sus propios retos, ya que los precios son mucho más elevados y aún no se conocen bien los costes operativos y de mantenimiento”.
Sin datos reales del transporte con vehículos eléctricos
Transportitas como Nelso Sibrian, propietario de Sibrian Trucking, han manifestado su preocupación porque nadie era capaz de ofrecer “cifras reales cuando pedimos detalles sobre los costes de mantenimiento y sustitución” de los camiones ICE por camiones eléctricos, algo que no sucede “con el diésel, con el cual conocemos el coste diario de mantenimiento del vehículo”.
Para los transportistas, conocer “la distancia que pueden recorrer los semirremolques eléctricos antes de necesitar otra carga supone además otro motivo de preocupación. Los camiones de 18 ruedas diésel tradicionales pueden recorrer más de 1300 km millas antes de tener que repostar, mientras que las estimaciones del sector indican que los vehículos eléctricos de tamaño similar apenas pueden recorrer unas 300 millas antes de tener que recargar” comentaba Sibrian.
Los transportistas “necesitamos conocer todos estos datos para poder planificar», afirma Sibrian, quien además mostraba especial preocupación no sólo sobre la autonomía, también sobre los tiempos necesarios para la carga de las baterías de estos vehículos: “Si no sabemos la autonomía real —afirmaba Sibrian—, nos es imposible programar, y por el momento, no me pueden dar una respuesta directa sobre cuánto tardarán [los camiones] en cargarse”.