Cada año que pasa, las tradicionales berlinas de cuatro puertas son cada vez más escasas. De hecho, si no fuese por las tres grandes marcas alemanas (Audi, BMW y Mercedes) sería un tipo de carrocería casi extinto. De hecho, la firma de los cuatro aros ya ha renunciado a esta silueta en su gama media, el anteriormente conocido como A4.
Mucho menos habitual es combinar la elegancia de un sedán con un sistema de propulsión híbrido, y no digamos si además es enchufable. ¿El problema? Este tipo de mecánicas requieren mucho espacio adicional para situar la parte eléctrica (en especial, la batería) y gran damnificado suele ser el maletero. Aún recuerdo aquellas berlinas de lujo híbridas de Lexus de las primeras generaciones, coches de casi 5 metros de longitud con el mismo maletero que un Mazda MX-5…
En este sentido, BMW ha dado un golpe magistral sobre la mesa, pues su nueva generación de híbridos enchufables, entre los que está este BMW 530e, mantienen el mismo volumen de carga que el resto de la gama, tanto en formato berlina (520 litros) como familiar Touring (570 litros). Bueno, hay una excepción, el descomunal M5, pero es un caso aparte. Puede parecer un asunto baladí, pero seguro que alguna familia ha descartado la compra de un PHEV por este motivo.
El BMW 530e Berlina es rápido, cómodo y poco gastón
Pero este BMW 530e es mucho más que esto. De hecho, seguramente sea el Serie 5 más recomendable en lo que respecta a relación entre lo que pagas y la cantidad de cosas que recibes. No obstante, para quien vaya a realizar muchos kilómetros en carretera, el fabuloso 520d sigue siendo la mejor opción. De hecho, por precio (desde 71.350 euros) el 530e estás más cerca de un 540d xDrive (75.450 euros), que tiene unas prestaciones fabulosas.
Ahora bien, el BMW 530e tiene la ventaja de poder recorrer muchos kilómetros en modo eléctrico, concretamente 103 km según homologación. En realidad, dicha autonomía está más cerca de los 80-85 kilómetros, que tampoco es una mala cifra. Puede alcanzar los 140 km/h circulando con la energía de la batería de 19,4 kWh, que únicamente se puede cargar mediante corriente alterna a 7,4 kW; si se aprovecha toda esta potencia, una recarga completa llevaría en torno a 3 horas. En este sentido, Mercedes se lleva la palma, pues su Clase E también admite corriente continua hasta 50 kW.
Esto me lleva a recordar, una vez más, la importancia de contar con un cargador ya sea en el hogar donde duerma el coche o en el lugar de trabajo, pues de otro modo jamás se le sacará partido a este tipo de mecánica. Bien es cierto que, una vez se queda sin carga, no resulta especialmente ‘gastón’ y a velocidad legal en autopista consume en torno a 7,5 litros cada 100 kilómetros. A ello hay que sumar que esta versión no pierde capacidad de depósito respecto al resto de la gama (60 litros), por lo que una autonomía en torno a 850 kilómetros (gasolina más batería) no es para nada descabellada.
Una de las formas más cómodas de viajar
No sé si te habrás percatado que entre las virtudes que he señalado en el anterior titular no estaba la deportividad, una cualidad con la que se ha asociado a la firma bávara durante muchos años. Lo cierto es que en las últimas dos o tres generaciones sus modelos han mutado hacia un mayor equilibrio entre comportamiento y confort, y en el caso del Serie 5 se ha posicionado entre la élite en este último aspecto. Ahora bien, si te gusta conducir, también sigue siendo uno de las berlinas que mejor te conecta con el asfalto, sobre todo gracias a una dirección rápida y precisa.
Quizá se puede echar el falta un ajuste más rígido de la suspensión en el caso del chasis adaptativo Professional, disponible en opción por 2.778,70 euros. La opción ‘asequible’ es pedir la opción de la suspensión M Sport (‘solo’ 512,50 euros), que no he podido probar en este 530e pero sí en otros Serie 5, y tampoco es que tenga un ajuste muy extremo, al menos no en comparación con anteriores generaciones.
Respecto al puesto de conducción, es muy bueno en todos los sentidos, aunque con un aspecto que, como mínimo, requiere de un periodo de adaptación, como es el sistema multimedia. En mi opinión, sin ser especialmente hábil en estos menesteres, me parece especialmente complejo, con multitud de iconos difíciles de diferenciar entre sí. En general, para un manejo fluido, incluso de los mandos de la consola central, hay que tomarse su tiempo.
En definitiva, no todo podía ser perfecto, lo cual no desmerece para nada que el BMW 530e Berlina sea el híbrido enchufable más recomendable de su segmento, donde esencialmente compite con el Mercedes E 300 e y el Audi A6 50 TFSIe.
