Cuando la naturaleza golpea con fuerza, el caos que deja a su paso suele requerir una respuesta rápida y organizada. Este ha sido el caso tras el paso de la DANA por Valencia, un fenómeno meteorológico extremo que ha arrasado con más de 78 municipios. Entre las secuelas más impactantes está la enorme cantidad de vehículos afectados, muchos de los cuales terminaron apilados unos sobre otros por la fuerza del agua. Pero, ¿qué pasa con todos esos coches que se retiraron de las calles tras las inundaciones? En este artículo, te contamos su destino y cómo se gestiona su almacenaje.
1Un almacén improvisado para el caos
En un intento por dar respuesta al desbordamiento logístico provocado por la DANA, la Zona de Actividad Logística (ZAL) del Puerto de Valencia se ha convertido en un gran depósito temporal de coches. Este espacio, de más de 80.000 m2, ahora alberga cientos de vehículos extraídos de las zonas más afectadas.
La función de este ‘parking’ temporal no es solo organizar los coches, sino también prepararlos para un proceso clave: la inspección de los peritos del Consorcio de Compensación de Seguros. Esta entidad, que cubre los daños causados por desastres naturales, evalúa cada coche para determinar su futuro. En la mayoría de los casos, la etiqueta es clara: siniestro total; lo que significa que estos vehículos nunca volverán a circular y que su destino final será el desguace.