La factoría de Stellantis en Vigo se enfrenta a importantes cambios en su plantilla durante este año. La dirección de la planta ha propuesto un nuevo Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectaría a un máximo de 90 trabajadores, además de un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) de hasta 85 días. Estos movimientos responden a necesidades organizativas y se suman a un contexto laboral ya complicado en el sector automovilístico.
Contexto del ERE en Stellantis Vigo
La situación actual en la planta viguesa es un reflejo de los desafíos que enfrenta la industria automotriz en España. La competencia, la digitalización y la transición hacia vehículos eléctricos han llevado a muchas empresas del sector a reconsiderar su estructura organizativa. En este sentido, el nuevo ERE se justifica entre otras cosas por la necesidad de reconducir excedentes de plantilla. La compañía ha señalado que las bajadas en la producción y la evolución del mercado han sido factores determinantes para tomar esta decisión.
El ERE se basa en causas organizativas, afectando tanto a personal de oficina como a operarios. La dirección ha manifestado que su intención es que la salida de trabajadores sea de carácter voluntario, lo que podría facilitar un acuerdo con los sindicatos y minimizar el impacto social.
Detalles del ERTE propuesto
Además del ERE, Stellantis también ha propuesto la implementación de un ERTE que contempla un máximo de 85 días de suspensión laboral. Este mecanismo se establece como una estrategia complementaria para tratar de gestionar los días de inactividad que se anticipan durante 2025. La empresa ha subrayado que el ERTE se utilizaría una vez consumida la adecuación de jornada y el saldo negativo de la bolsa de horas acumuladas.
El ERTE es un recurso que permite a las compañías reducir sus costes laborales en períodos de crisis, y este sería el segundo año consecutivo en el que Stellantis recurre a este tipo de regulación. Esta decisión busca ofrecer cierta flexibilidad a la empresa mientras navega por un mercado en constante cambio.
Proceso de negociación
Esta mañana se ha constituido la comisión negociadora de ambos expedientes, la cual está compuesta por diez integrantes del comité de empresa y otros diez representantes de la compañía. Este inicio de diálogo es crucial para que ambas partes puedan alcanzar un entendimiento y minimizar las repercusiones que estas medidas podrían tener sobre los afectos.
La próxima reunión está programada para el 5 de febrero, y se espera que se logre un acuerdo definitivo para el 12 de febrero. Las expectativas están puestas en que, siempre y cuando haya un enfoque de voluntariedad y entendimiento, se puedan establecer condiciones justas para los trabajadores que decidan acogerse al ERE o al ERTE.
Implicaciones para los trabajadores
Las implicaciones de este nuevo ERE y el ERTE son significativas para los empleados de Stellantis en Vigo. La posibilidad de extinguir hasta 90 contratos ha generado preocupación entre los trabajadores, que ya se sienten tensionados por el contexto inestable. Los sindicatos han declarado que era esperable que la empresa plantease estas medidas debido a la coyuntura actual.
Los representantes sindicales han resaltado la importancia de la voluntariedad en el proceso. La tranquilidad de los empleados es fundamental, y se espera que se negocien adecuadamente las condiciones de salida de aquellos que decidan acogerse al ERE.
Retos futuros para Stellantis
El futuro de la planta de Stellantis en Vigo no solo depende de estos expedientes, sino que está íntimamente ligado a la adaptación a las nuevas demandas del sector automotriz. La transición hacia vehículos más sostenibles y las demandas de eficiencia operativa requieren que las empresas se ajusten continuamente.
Es evidente que estos ajustes son parte de una estrategia más amplia para mantener la competitividad en el mercado. Stellantis, como líder en el sector automotriz, debe encontrar formas de innovar y adaptarse, sin poner en riesgo la estabilidad de su plantilla.
